“No hubo testimonios que sustenten la absurda hipótesis del fiscal”, dijo Facundo Macarrón
Facundo Macarrón, el hijo de la asesinada Nora Dalmasso y del imputado Marcelo Macarrón, aseguró este sábado que, a tres semanas de iniciado el juicio por el femicidio ocurrido hace 15 años en Río Cuarto, no hubo testimonios que permitan “sustentar la absurda hipótesis” de la fiscalía que vinculó a su padre como instigador del crimen.
“Hasta el momento no se ha presentado ninguna prueba y específicamente ningún testimonio que sirva para sustentar la absurda hipótesis del fiscal (Luis) Pizarro”, dijo a Télam el hijo del único acusado que tiene el juicio por jurados que se realiza en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.
Desde que ocurrió el crimen, el 26 de noviembre del 2006, la investigación estuvo encabezada por cinco fiscales distintos (Javier Di Santo, Fernando Moine, Marcelo Hidalgo, Daniel Miralles y Luis Pizarro) y cada uno tuvo alguna hipótesis distinta, hasta que finalmente el último elevó el expediente a juicio oral acusando a Macarrón como instigador del delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”.
Pizarro había fundado esa calificación legal a partir de una motivación por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas”, y que mediante ese móvil “habría encargado a un tercero aún no individualizado para el homicidio de su esposa” para “obtener una ventaja, probablemente política y/o económica”.
Facundo Macarrón (33) aclaró que su mirada “es muy personal” con respecto al proceso, y en ese sentido sostuvo en declaraciones a Télam que, hasta el momento, los testimonios “no hacen más que ratificar lo que ya es sabido: El matrimonio entre mis padres era normal, que se llevaban muy bien, con expresiones de amor de parte de ambos como lo dijeron la mayoría de los testigos”.
“Nunca existió entre mis padres un conflicto por cuestiones económicas”, afirmó el hombre, actualmente abogado y funcionario diplomático que, al momento del crimen, tenía 19 años y estudiaba Derecho en la capital de Córdoba.
En esa línea, ponderó la “generosidad y solidaridad” que caracterizaba a sus padres, rechazando de esa manera el hipotético móvil criminal por el que responde el viudo en este proceso de enjuiciamiento que comenzó el 14 de marzo.
Al referirse a la posibilidad de que la cuestión política podría haber sido parte del hecho ocurrido, dijo que su padre “nunca participó ni entendió” de política pero que sí hubo “oportunismo” con la utilización de la muerte de su mamá por el mal asesoramiento que tuvieron con el primer abogado, Daniel Lacasse.
Al respecto, dijo que “todavía falta por dilucidar en el juicio por qué los testigos relacionados con esa horrible etapa, todavía no declararon”.
Incluso manifestó “sospechas de algunos funcionarios (judiciales) que podrían haber sido corrompidos para perseguir judicialmente a la familia; primero durante años a mí (estuvo acusado por el crimen de su madre y luego fue sobreseído) y después, desde hace años, a mi padre”.
“Los fiscales tenían el deber de investigar y llegar a la verdad y son los principales responsables de la impunidad en este proceso”, agregó Facundo.
En el diálogo con Télam, el hijo de Dalmasso volvió a apuntar sus sospechas sobre el empresario Michel “El Francés” Rohrer.
“No afirmamos que Rohrer es el culpable, sino que nunca se lo investigó” con la misma vara como cuando se investigaron otras hipótesis, sostuvo, y en ese sentido apuntó contra el fiscal Miralles, de quien dijo que “se empeñó mucho más en recolectar prueba que sirviera para desvincular de toda sospecha a ese empresario que en lograr prueba que sirviera para acreditar el fantasioso hecho por el que mi padre sería el autor material del crimen”.
Según contó, las sospechas sobre Rohrer “fueron creciendo” a lo largo de los años “basadas en muchos indicios” y que, por eso, junto a su hermana, lo expresaron en la tercera audiencia del debate ante el tribunal técnico de la Cámara 1ª del Crimen de la ciudad cordobesa de Río Cuarto y el jurado popular.
Además, el hijo de Macarrón cuestionó las declaraciones de las testigos Paula “Poly” Fitte de Ruiz y María del Carmen Pelleritti que, “invocando ser amigas de mi mamá, no sólo hablaron muy mal de ella sino que declararon en el juicio con el claro propósito de defenderlo expresamente a Rohrer”.
“Se autodenominaron amigas de mamá. No dudaron en introducir al juicio mentiras y difamaciones que no solo afectaron aún más la memoria de mi madre sino también ofendieron a mi papá, a Valentina”, criticó en referencia a las declaraciones de ambas en la instrucción de la causa sobre amantes y juegos sexuales.
También se refirió al testimonio de Francisca ‘Paca’ Andrada, empleada desde hace más de 30 años en la casa de los padres de Dalmasso, quien declaró el pasado jueves.
En su testimonio, la mujer ratificó la lectura de su declaración en la instrucción de la causa, cuando sostuvo que escuchó a Nora que le decía a su padre: “Marcelo me tiene cansada, porque lo que me pagan en la cochería es una miseria”.
No obstante, Andrada aclaró que “no fue una semana antes” como sostiene el requerimiento de elevación a juicio, sino “muchos años antes”, cuando recién empezaba a trabajar con la familia, y que esa fue la única vez que escuchó esa queja.
Facundo dijo que, “como ocurría durante la investigación del fiscal Pizarro, (ese testimonio) se tomó de forma irregular, sin la presencia del fiscal”.
Las irregularidades que se cometieron en el proceso mientras intervino el fiscal Pizarro “justificarían un pedido de nulidad” pero, tal como lo dijo en la audiencia el abogado defensor Marcelo Brito, “mi padre no quiere hacer nada que pueda dilatar el proceso porque quiere que se termine el juicio lo antes posible, ya que no existe ni puede existir ninguna prueba en su contra”.
Para Macarrón hijo, la contaminación de la escena del crimen, la falsedad en documentos públicos, el aprietes de policías, el secuestro ilegal de pruebas, el viaje al extranjero con la finalidad de obtener pruebas sabiendo que esa actividad no era legalmente válida, la toma irregular de declaraciones, la retención indebida de pruebas y documentos públicos, son un “resumen de las barbaridades que se cometieron”.