Murió Víctor Martínez, el vicepresidente de Raúl Alfonsín en la vuelta a la democracia
Tenía 92 años
Víctor Martínez, el vicepresidente de Raúl Alfonsín en el regreso de la democracia en 1983, encontró el final de la vida un día antes de cumplir 93 años. Falleció ayer en su casa de la localidad cordobesa de Villa Allende por una insuficiencia respiratoria -según informaron sus familiares directos- y el intendente de Córdoba, Ramón Mestre, decretó tres días de duelo en la ciudad al recordar su paso como jefe comunal entre 1963 y 1966, durante el gobierno de Arturo Illia.
Pese a que desde la salida del poder, en 1989, mantuvo un bajo perfil, Víctor Martínez seguía mostrándose en reuniones de la UCR, sobre todo encabezando homenajes a Hipólito Yrigoyen y al propio Alfonsín. Fue durante años presidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano.
Su hijo Víctor comentó a Clarín que falleció por una insuficiencia respiratoria y que padecía una enfermedad de larga data. Lo recordó así: “Como hijo estoy muy orgulloso por la humildad y honradez con la que llevó adelante su vida”. Culminó su vida política siendo presidente honorífico del Instituto Yrigoyeneano; de hecho sus últimas apariciones públicas fueron en presentaciones en torno a esa entidad.
Deja un legado de 30 libros y los tres hijos que tuvo con Fany Munte: Víctor (vocal del Tribunal de Faltas de la Municipalidad cordobesa), Marcos, quien fue dos veces diputado provincial, y Marcelo.
Martínez había llegado a la vicepresidencia como representante de la Línea Córdoba de la Unión Cívica Radical que lideraba junto con Eduardo Angeloz, tres veces gobernador de la provincia mediterránea, que falleció hace pocas semanas. Cuando Línea Córdoba acordó llevar a Martínez como vice de Alfonsín, quedó virtualmente desplazado de la interna presidencial otro cordobés, aunque afincado en la Capital, Fernando de la Rúa.
Como todos los vicepresidentes argentinos, coincidente con un bajo perfil, su papel estuvo opacado por la fuerte presencia de su jefe. Sin embargo, Martínez se destacó por su cintura política para armados políticos en un Senado plagado de peronistas. También afrontó, durante su mandato, rumores de internas con Alfonsín; pero se mantuvo leal hasta el ocaso temprano del gobierno radical.
Trascendió que en una ocasión, sectores de la oposición pedían la renuncia de Alfonsín a raíz de la crisis económica, con la intención de que asumiera Martínez. Sin embargo, fiel a sus principios aclaró que si eso llegaba a ocurrir él renunciaría junto al Presidente “porque eso hace un compañero de fórmula”.
También intentó gobernar Córdoba: fue en las elecciones de 1973. No llegó, perdió en el balotaje contra el peronista Ricardo Obregón Cano. Juan Domingo Perón había elegido a Cano como su hombre para representarlo en Córdoba. La estadística arrojó que el 11 de marzo de 1973 Obregón ganó las elecciones provinciales por apenas 12.820 votos al radical Martínez.
Ricardo Alfonsín hijo hizo llegar un mensaje para la familia a la que le envió “condolencias” y aseguró sentirse “apenado por la noticia”. Y con tinte más político comentó esta semblanza: “Nos dejó su trayectoria, su compromiso con las ideas del partido que espero nos inspiremos en él en momentos tan difíciles como los que pasan hoy en la Argentina y en nuestro partido. Esperemos sepamos defender nuestras ideas como lo hizo él y muchos otros hombres de Córdoba y de nuestro partido”. También enviaron condolencias el jefe del bloque de diputados de la UCR, el cordobés Mario Negri, y el Grupo Progreso del ex diputado José Bielicki, entre otros.