Murió una nena de 6 años al reventar un castillo inflable en un restaurante español
Una niña de 6 años murió y seis niños de entre 3 y 11 años resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, tras salir disparado el castillo inflable de plástico en el que jugaban en el jardín del restaurante Mas Oller, en Caldes de Malavella (Girona), en España.
A primera hora de la tarde, eran tres los menores heridos de gravedad -una niña de 6 años, que ha fallecido entrada la noche, y dos niños de 6 y 9- y que fueron trasladados de urgencia en helicópteros medicalizados a los hospitales Parc Taulí, de Sabadell, el Hospital Doctor Trueta de Girona y al de la Vall d’Hebron de Barcelona donde están siendo tratados de diversos traumatismos tras haberse golpeado contra el suelo en su caída desde la atracción.
Fuentes de Protección Civil y del restaurante explicaron que hacia las 15.45, por causas que todavía se investigan, el castillo instalado en el jardín salió disparado desde su posición, ante unas carpas exteriores, en dirección al edificio principal.
Según explicó el delegado de la Generalitat en Girona, Albert Ballesta, el castillo llegó a desplazarse más de 40 metros. Eso provocó que los niños que jugaban sobre él en ese momento salieran disparados a una distancia que el alcalde de Caldes, Salvador Balliu, cifró de entre 10 y 20 metros. Todos los niños se golpearon contra el suelo como consecuencia de un suceso cuya virulencia quedó ilustrada en el aterrizaje de parte de la estructura del castillo sobre el tejado del restaurante, a decenas de metros de su emplazamiento original.
Los Mossos d’Esquadra investigan todavía las razones del colapso de la atracción.
Las principales hipótesis que se barajan apuntan a un fuerte cambio de viento que, sumado a un posible anclaje endeble del castillo hinchable al suelo, podría haber permitido que la atracción saliera volando sin control.
Los Mossos d’Esquadra indagan también la posibilidad de el castillo explotara tras romperse una de las válvulas por las que se inyecta aire a través de un compresor a este tipo de construcciones infantiles. El alcalde de la localidad aseguró en declaraciones a los medios que algunos clientes del restaurante escucharon un estruendo antes de que los niños salieran disparados.
Jaume Matas, propietario del restaurante, aseguró que nunca antes se había producido un incidente con la atracción, la cual únicamente instalan los fines de semana desde mediados de este año para entretener a los hijos de las familias que acuden al local. El dueño del restaurante sostuvo también que el castillo fue adquirido hace pocos meses y que no habían detectado ningún tipo de desperfecto. (El Mundo)