Murió la adolescente a la que le negaron la eutanasia en Chile
Valentina tenía fibrosis quística y ya la habían convencido de seguir viviendo. Se preparaba para su fiesta de 15.
A los seis meses de haber nacido, los padres de Valentina recibieron la noticia: su hija tenía fibrosis quística, una enfermedad que destruye los órganos internos, y que ya había matado a otro de sus hijos. Valentina creció con esperanza: tanto, que repartía volantes por la calle contándole a la gente que necesitaba un triple trasplante y que terminaban así: “Mi único sueño en la vida es poder vivir”. Pero cuando cumplió los 14 años, esta chica chilena se agotó de luchar y pidió a la presidenta Bachelet autorización para morir. La eutanasia no se permitió, ella decidió seguir peleando, pero en medio de los preparativos para su fiesta de 15, murió. Había pasado 12 años resistiendo los síntomas: cólicos que la hacían llorar, vómitos, dificultad para respirar, pero el trasplante de pulmón, hígado y páncreas nunca llegó. Lo que la hizo grabar el video pidiendo la eutanasia fue otra cosa: vio morir a su compañero de sala por una fibrosis quística y escuchó a su papá decir en el gobierno que si no lo ayudaban no se iba a encadenar: se iba a ahorcar.“Solicito hablar con la presidenta: estoy cansada de vivir con esta enfermedad, y ella me puede autorizar la inyección para quedarme dormida para siempre”, dijo en febrero. El video recorrió el mundo, Bachelet –que es pediatra– fue a verla al hospital pero el pedido de Valentina no prosperó: en Chile la eutanasia está prohibida. Pero la reacción mundial y la visita de Maribel, una cordobesa que perdió tres hermanos pero sobrevivió a la enfermedad, la hicieron repensar su decisión: “Hay gente que me ha hecho cambiar mi forma de pensar”, dijo.Valentina Moureira pesaba 38 kilos. Su plan, durante estos meses, era subir de peso: estaba eligiendo entre 200 vestidos para celebrar, en septiembre, su cumpleaños de 15. Murió ayer, poco tiempo después de que su padre se tirara sobre el auto de Madonna: su idea era que los famosos lo ayudaran a impulsar investigaciones para encontrar la cura de la enfermedad que le estaba robando a sus hijos.