viernes, noviembre 22, 2024
Espectáculos

Murió el padre de Adele

Sin reconciliarse con su hija, Mark Evans, padre de Adele, murió a los 57 años a raíz de un cáncer de intestino, según informó The Sun. Si bien se encontraba enfermo desde hace un tiempo, no hubo remedio para reconstruir la relación con la cantante que se había roto definitivamente en 2011, luego de una fuerte pelea entre ambos. En ese momento no se supo el motivo, aunque circuló el rumor de que el pleito había tenido que ver con unas declaraciones que había hecho Evans a la prensa sobre su hija.

Por ese entonces, el padre de Adele hacía una mea culpa y afirmaba que los problemas de su hija para consolidar una relación amorosa podrían estar relacionados a los sentimientos de abandono que surgieron en ella cuando él se fue de su vida. La cantante no tomó bien estas palabras y aseguró: “No volverá a tener noticias mías. Volver después de diez años y decir: ‘Tal vez su problema con los hombres se reduzcan a mí’. Está jodidamente arruinado. ¿Cómo se atreve a hacer comentarios sobre mi vida? Hace que me hierva la sangre”.

Fuentes cercanas a la intérprete aseguraron a The Sun que la muerte de su padre la conmocionó, sin embargo ese vínculo venía quebrado y se mantuvo distante hasta el final. Fue dos años después de la pelea con su hija cuando Evans reveló que tenía un cáncer intestinal y aseguró que solo quería volver a reencontrarse con su hija con la que llevaba años sin hablarse.

Más tarde volvió a hablar con la prensa y se definió como un “padre podrido”. “Bebía dos vasos de vodka y siete u ocho pintas de cerveza cada día. Fue así durante tres años, solo Dios sabe cómo sobreviví”, dijo. Y admitió sentirse “profundamente avergonzado” por la persona en la que se había convertido. Llegó a decir que lo único bueno que había hecho era asegurarse de que Adele, su hija, “nunca” lo viera “en ese estado”.

Cuando Evans se separó de la madre de Adele, su hija siguió pasando las vacaciones escolares en Gales con sus abuelos paternos y su medio hermano Cameron, pero en 1999 su abuelo John murió. Entonces su hijo colapsó y se hundió aún más en sus adicciones y perdió por completo el contacto con la cantante. Adele ha recordado alguna vez ese momento: “Perder a mi padre fue lo peor que me pasó”. Y sumaba: “Lo amaba mucho. Él lo era todo para mí. Una de las cosas más difíciles para mí es saber que él nunca me vio actuar como cantante, que nunca vio en lo que me he convertido”.

El padre de Adele era fontanero y vivía en una pequeña casa alquilada en Bridgend, Gales del Sur. En los últimos tiempos había cambiado de oficio y ganaba entre 70 y 140 dólares como repartidor de paquetería del servicio de mensajería Yodel. En diálogo con The Sun, algunos amigos de Evans contaron que en realidad el padre de Adele simplemente subsistía mientras no paraba de proclamar su desconsuelo por no haber recuperado la relación con su hija. En los últimos años él mismo contó que le escribía cartas a su hija todos los meses y que aunque nunca había recibido una respuesta no perdía la esperanza de conocer a su nieto, el hijo que la cantante tuvo con Simon Konecki, de quien se separó después de siete años. Evans dijo sobre su hija: “No debe tener ninguna duda de que quiero verla, saber qué le pasa y demostrarle que la quiero y necesito desempeñar un papel en su vida. Pero obviamente se ha puesto en mi contra y me siento impotente para hacerle cambiar de opinión”.

Adele parece que tenía claro que el abandono de su padre no tenía perdón. En 2012 en una entrevista con la edición estadounidense de Vogue llegó a decir: “Si alguna vez lo veo, le escupiré en la cara”. Y en 2017, cuando recibió cinco premios Grammy, utilizó su discurso para dirigirse de alguna manera a su padre y sentenciar su relación: “Gracias a mi representante porque mi regreso ha sido completamente planeado por él. Lo hiciste de un modo increíble y te lo debo todo. Hemos estado juntos durante diez años y te amo como si fueras mi padre”. Y aclaró: “Te amo tanto. No amo a mi padre, eso es lo que pasa, así que decirlo así no significa mucho. Te amo como amaría a mi padre”.

Palabras que llegaron después de que dos años antes, en 2015, pareciera que se iban a reconciliar tras conocerse el diagnóstico de cáncer de Evans y que la abuela de Adele, Rose, manifestara que se habían resuelto los malentendidos. La muerte puso punto y final a una relación que nunca pudo ser reconstruida. (La Nación)

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