Mónica Cid estuvo cara a cara con el juez que liberó al asesino de su hija
Este martes comenzó en General Roca, Río Negro, el juicio político contra el suspendido juez de Ejecución Penal N° 10, Juan Pablo Chirinos.
Se trata del magistrado que en 2014 le otorgó salidas transitorias a Jonathan Luna, quien dos años después asesinó a Micaela Ortega, de 12 años.
En la primera jornada se escucharon 19 testimonios, entre ellos el de Mónica Cid, la madre de Micaela. El miércoles será el turno de los alegatos, la deliberación y la sentencia. Las posibilidades que tiene delante suyo el juez son la suspensión, la destitución o la absolución.
Si se lo suspenden regresaría a su despacho en breve, ya que se encuentra en ese estado desde el 17 de abril y ya se cumple el periodo máximo estipulado.
A solicitud del Procurador General, Jorge Crespo, Cid rememoró su encuentro con el magistrado. La mujer contó que le reprochó al magistrado por la muerte de su hija. En la conversación Chirinos se exculpó y le mostró una fotografías de sus propios hijos.
“Le dije que no estábamos frente a la misma situación porque sus hijos estaban vivos y la mía estaba muerta”, señaló Cid.
La madre le exigió a los miembros del Consejo de la Magistratura de la Segunda Circunscripción que “destituyan” al juez. Según la mujer, Chirinos conocía los antecedentes de otros dos ataques sexuales de Luna en Choele Choel (Valle Medio de Río Negro) pero no los tomó en cuenta a la hora de otorgarle las salidas transitorias.
“Luna no era un ladrón, era un violador”, remarcó Cid. Y agregó: “Necesito justicia y quiero la destitución de este juez inoperante”. (Diario Clarín)