Mirtha y sus "listas negras"
Otra vez dejó sus perlitas y varias anécdotda: un cruce, una defensa y hasta salvó un comentario que podría haberla dejado mal parada con un chiste hacia ella misma. ¿Lo más picante? Ayer, la conductura de La Noche de Mirtha tuvo un cruce con la panelista Marina Calabró sobre si hay o no invitados prohibidosen su programa. “¿Marina, vos creés que hay listas negras en mi programa?”, se descargó. Calabró, que había hablado del tema en Intrusos, intentó un descargo elegante que finalmente terminó en un “vos tenés derecho a invitar a quien quieras”. Pero Mirtha no se cayó y hubo más.
“Se dicen muchas cosas, y la verdad es que hay gente que ha dicho cosas muy desagradables de mí, y yo no los voy a sentar en mi mesa”, siguió, retomando un tema que se venía hablando desde hace tiempo. Así marcó su postura. La invitada quiso desplegar una respuesta rebuscada y le salió: “Listas negras es una clasificación que remite a un momento muy particular de la historia y tiene que ver con quitarle la posibilidad de trabajo a alguien.
Claramente, no nos estábamos refiriendo a la esencia del concepto. Se puso como título por el impacto mediático. En realidad es el derecho de admisión, vos tenés derecho a invitar a quien quieras”. Legrand fue directa: “Ojo, porque muchas veces invito gente que no quiero”, se plantó. Ya incómoda, Calabró quisó hacer las paces: y dijo que, finalmente, lo suyo era “un reclamo de cariño” porque hacía mucho que Mirtha no la “invitaba”.
El tema terminó ahí. Y la mesa siguió con otros temas. Por ejemplo, volvió a defender a su nieta, Juana Viale. Fue luego de que Juanita contara en ShowMatch que no ve tevé. Ese comentario despertó muchas críticas, sobre todo porque toda su familia tiene relación con la pantalla.
Sin embargo, su abuela la respaldó al aire: “Hay que respetarla”, sostuvo, firme, y agregó: “Han hecho un escándalo por eso, y es cierto, no tiene televisor en la casa porque no quiere que sus hijos vean televisión. Esa es una actitud en la vida que hay que respetar, y yo la respeto que soy la abuela, a Juana le gusta la tierra, las plantas, su jardín, y esa es una elección de vida que muchos jóvenes hacen”, sorprendió.
Sí hubo otro momento en que hasta le tocó a ella. Lejos del “¿Vivo?” de Susana Giménez sobre el hallazgo de un dinosaurio, Legrand quiso salvar un comentario, se enredó, y terminó riéndose de sí misma. Ocurrió cuando le preguntó en su programa a una de las invitadas por una conocida en común y de golpe, sorprendió con un “¿Vive todavía, no?”. Cuando se dio cuenta aclaró: “Es horrible preguntar si alguien vive o no…”. Y agregó como para descontracturar, e intentar salir de la incomodidad: “En algún país alguien se debe estar preguntando: “¿Vive Mirtha? ¿Todavía…? ¿Todavía…?”.