Máximo Thomsen pidió ser asistido por una psicóloga a días del inicio de los alegatos
Máximo Thomsen, uno de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes en la puerta de un boliche de Villa Gesell el 18 de enero de 2020, pidió hoy mantener una entrevista con una psicóloga, por lo que fue asistido en el penal de Dolores, a dos días del inicio de los alegatos del juicio al que es sometido por el homicidio del joven estudiante de abogacía en los tribunales de esa ciudad, informaron fuentes penitenciarias.
El rugbier, quien para los acusadores es uno de los principales responsables del crimen de Fernando solicitó esta mañana una entrevista con un profesional psicólogo de la Unidad Penal 6 de Dolores del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), donde se encuentra alojado junto al resto de los otros siete imputados en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de ese distrito.
Según indicaron las fuentes, Thomsen, quien está alojado en la celda 8 del Pabellón 1, recibió esta mañana la visita de una psicóloga del penal.
Voceros del SPB señalaron que la unidad carcelaria cuenta con profesionales a disposición permanente para cuando lo requieran los internos, a quienes les efectúan un seguimiento médico y psicológico.
Thomsen también fue asistido periódicamente por un profesional en la Unidad Penal de Melchor Romero, donde estuvo alojado con prisión preventiva hasta el pasado 1° de enero, cuando fue trasladado con el resto de los acusados a Dolores para asistir a las audiencias del debate.
Con relación a la salud de los ocho detenidos, los voceros dijeron que se les efectúa un seguimiento médico y psicológico con los profesionales del SPB.
En noviembre pasado, Thomsen fue trasladado a una clínica privada para realizarse una intervención quirúrgica por una hernia inguinal.
“Hace un año y medio que tenía dolores intestinales. Finalmente se supo que tenía una hernia”, expresó un allegado, quien contó que es ese rugbier quien “contiene psicológicamente” a otros detenidos.
En tanto, como es habitual cada tarde, los ocho acusados tendrán disponibles dos horas de recreación en el patio de la unidad, mientras que aguardarán el miércoles la visita de los padres en la cárcel.