Manifestación en fiscalía bahiense por demoras en una causa de abuso sexual
Agrupaciones de mujeres acompañaron esta mañana a una joven de 21 años que denunció abusos sexuales por parte del padre de un reconocido remero rionegrino que luego fue imputado por encubrimiento, en una manifestación frente a una fiscalía de Bahía Blanca a raíz de las demoras en el expediente judicial.
Se trata de Victoria Carrión, quien en junio de 2020 radicó una denuncia contra Aldo Pinta por abusos cometidos entre septiembre de 2015 y noviembre de 2016, en la Unidad Fiscal 14 de Delitos Sexuales de Bahía Blanca a cargo de Marina Lara.
Tras la muerte de Aldo Pinta a los 62 años, la defensa pidió a la fiscalía la imputación de su hijo Néstor, quien es múltiple campeón de regatas, por encubrimiento de los abusos sexuales que su padre habría consumado contra la mujer cuando tenía 15 años y tomaba clases de ese deporte.
Al momento de los hechos, Néstor Pinta era director de Deporte de Carmen de Patagones y profesor de la Escuela Municipal de Canotaje, donde habrían ocurrido los ataques sexuales.
#Movil @MicaCortti con Victoria Carrion y su abogada @mferpetersen sobre la causa por la que está denunciado por abuso sexual el profesor de remo de Victoria. pic.twitter.com/O4K3qdqE0V
— De la Bahia 91.5 (@delabahia915) April 12, 2022
En la manifestación, que se llevó a cabo pasadas las 10 frente a la sede de la Fiscalía ubicada en la calle Moreno 25, participaron la víctima, su madre y tía, su abogada Fernanda Petersen y distintas agrupaciones, entre ellas el Comité de Mujeres y Disidencias de Carmen de Patagones y Viedma.
“Estoy muy angustiada, esperando cada día de mi vida que se haga justicia, como niña, como mujer, como deportista que sigo remando la vida y practicando el deporte donde me ocurrió esta barbaridad en la Escuela Municipal de Canotaje”, dijo a los medios Carrión, y agregó que se trató de “un abuso feroz por parte de Aldo Pinta que tuvo la complicidad de Néstor”.
La joven destacó el respaldo de organizaciones y dijo sentirse “acompañada”, aunque manifestó que “cada día me levanto esperando justicia” y contó que sufrió ataques de pánico por lo que tuvo que hacer terapia.
Sobre los hechos, sostuvo que “Néstor Pinta tomaba mates mientras su padre nos hacía una seña para llevarnos a una habitación y salía aterrada” y aseguró que “nunca hizo nada” para evitarlos.
“Estoy segura que sin Néstor su padre no hubiera cometido estos abusos; es una persona conocida en la Comarca de Patagones”, insistió.
Por su parte, Petersen indicó que Victoria “necesita y requiere que sea la doctora Lara que le informe el estado y cual es la prueba que está esperando para decidir o no la elevación de esta causa a juicio”.
Tras la imputación a Néstor Pinta en diciembre por participación o cooperación de una persona para cometer un delito –en este caso el abuso sexual agravado–, quedó pendiente a criterio de la fiscalía un pedido de informes que debería resolverse en estos días, según la letrada.
“Como es una figura que no prevé una detención, el sigue el proceso adelante, sigue siendo empleado municipal de Carmen de Patagones pero fue desafectado como director de Deportes”, dijo Petersen, para quien “el paso del tiempo y el no contacto con la persona genera nuevas victimizaciones”.
Ana Navarro, madre de la joven, expresó, por su parte, a Télam que “es muy movilizante estar acompañando a Victoria en este pedido de justicia”, al que calificó como “una lucha diaria”.
“Veo a mi hija bajar al río con miedo, con ataques de pánico, ella viene del alto rendimiento y es el tercer año consecutivo que se queda sin poder participar a nivel nacional del selectivo para ir al mundial”, contó y explicó que el último campeonato mundial de maratón en canotaje que corrió fue en China.
“A partir de ahí es sobrevivir en cada minuto, desde cuando se levanta y tener que destinar mucho tiempo el abordaje terapéutico”, apuntó y pidió “un deporte sano, seguro, sin ningún tipo de violencia ni que esconda estas situaciones”.
En la denuncia, Carrión expresó que los abusos se registraban “con la anuencia del deportista, entrenador de un nutrido grupo de chicos y chicas menores de edad en esa época” y en el contexto de los entrenamientos diarios que realizaban bajo la dirección técnica del reconocido remero, que se llevaban a cabo durante las meriendas que se servían en la casa de los padres del entonces entrenador.