Macri tiende puentes con gremios opositores y K
La semana pasada almorzó con Moyano. Hablaron del escenario electoral y el líder del PRO esbozó su plan sindical. También quiere juntarse con los transportistas, después del paro.
Mauricio Macri y Hugo Moyano almorzaron en secreto el martes pasado. La noticia podría pasar inadvertida porque, después de todo, tienen obvios intereses en común como la recolección de residuos en la Capital, pero adquiere una importante relevancia política luego del fortalecimiento del candidato presidencial del PRO a partir de sus acuerdos electorales (primero con Carlos Reutemann, luego con la UCR) y de la necesidad de contar con aliados sindicales para garantizar la gobernabilidad en caso de que gane en octubre.
Ni de un lado ni del otro se habla de un acuerdo electoral, pero sí de una gran afinidad personal entre el jefe de Gobierno porteño y el camionero, así como de coincidencias en varios temas que allanarían el camino para un eventual pacto político. Lo que los acerca es una condición que cada uno le reconoce al otro: cumplir con su palabra. Macri está profundizando su acercamiento con los sindicalistas, y éstos, a partir de la fuerza concreta del PRO en la Ciudad y de la sensación de que podría convertirse en presidente, quieren sintonizar con el poder que viene.
De por sí, ya hay gestiones para que Macri se reúna con los sindicatos del transporte luego del paro del 31 y para que retome sus contactos con distintos sectores gremiales.
Macri y Moyano no comieron solos el martes pasado en el discreto quincho del gremio de los municipales porteños, liderado por Amadeo Genta (adonde también almorzaron en septiembre de 2014). El alcalde llegó con el senador Diego Santilli (de buena relación con el camionero) y el periodista Fernando Niembro (enlace con el mundo sindical a partir de su condición de hijo de un legendario dirigente de la UOM). El jefe cegetista estuvo acompañado con Abel Frutos (del gremio panadero), Hugo Moyano Jr. (su hijo y abogado laboralista), Jorge Mancini (del gremio de trabajadores del Ceamse) y Claudio “Chiqui” Tapia (yerno de Moyano y presidente de Barracas Central). Estos dos últimos tienen una excelente relación con el macrismo porque participaron de las tratativas por el negocio de la recolección de residuos. ¿Serán los elegidos por Moyano para integrarse a las listas de candidatos de PRO? Aún es muy prematuro para saberlo.
En la comida se analizó el escenario político luego del acuerdo PRO-UCR, hubo críticas contra Cristina y coincidencias acerca de que Daniel Scioli será marginado por la Presidenta y deberá presentarse por afuera del Frente para la Victoria. También hablaron sobre la hipótesis de que Sergio Massa resigne su proyecto presidencial y compita por la gobernación.
Macri dio algunas pistas sobre su plan de gobierno en materia sindical: dijo que el gran eje será incentivar la producción nacional, que le gustaría una CGT unificada y que ayudaría a los dirigentes peronistas a “correr a la izquierda” de los gremios y de las fábricas. Curiosamente, no estaba presente Ezequiel Sabor, subsecretario de Trabajo de la Ciudad, que tan bien se lleva con Moyano y suena como eventual ministro de Trabajo.
Sabor y el diputado macrista Jorge Triaca son los encargados de elaborar la propuesta en materia laboral de PRO, junto con los equipos técnicos de la Fundación Pensar. Como anticipó Clarín, hay tres medidas que aplicaría Macri con las que busca seducir al público sindical: derogación de Ganancias, un pacto social para acordar niveles de precios y salarios de manera anual, y un mecanismo “equitativo y transparente” de reparto de los fondos de las obras sociales.
Hasta ahora, Moyano dio señales de un entendimiento con Sergio Massa a través de acuerdos electorales entre su partido y el Frente Renovador en Misiones, Chubut y Salta. Incluso ambos se mostraron juntos en el acto de fin de año del gremio de peajes, que lidera Facundo Moyano, amigo de Massa, aliado del FR y quien miraría con recelo un acuerdo con Macri.
El problema entre Massa y Hugo Moyano es que nunca construyeron una relación personal. El camionero no le perdona que tres de sus concejales de Mar del Plata se hayan abstenido en una votación del 26 de febrero en la que se frenó un proyecto que proponía sacar del régimen de preservación patrimonial a un chalet para demolerlo y ampliar las instalaciones del hotel del gremio. Moyano se enfureció porque Massa no bajó línea.
