Los usuarios de Snapchat y Tinder son más propensos a las cirugías estéticas, según un estudio
Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association explora las relaciones entre el uso de las redes sociales y las herramientas de edición fotográfica, con los niveles de autoestima y la propensión a las cirugías estéticas.
¿Es posible trazar vínculos entre el uso de los filtros de apps como Snapchat, y el deseo de también modificar el aspecto físico también fuera del mundo virtual? Investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, consideran que aquella correlación es válida.
En su estudio concluyen que los usuarios de plataformas como Snacphat, YouTube o Tinder son más propensos a las cirugías estéticas. O sea, que quienes dedican más tiempo a esas apps son más “abiertos” a esos procedimientos.
Por contrapartida, encontraron que las personas que prefieren servicios como WhatsApp o Facebook, en donde no hay tanto protagonismo de lo visual, manifestaron actitudes más neutrales respecto a esos tratamientos.
Detalles del estudio y limitaciones
Para arribar a esas conclusiones se basaron en encuestas a más de 250 participantes, todos mayores de 18 años y con un promedio de 25. Las consultas giraron en torno a qué redes sociales usan, cuánto tiempo le dedican a ese hábito, y si utilizan filtros para las fotografías. Además indagaron sobre sus niveles de autoestima y pidieron opiniones sobre las cirugías plásticas.
Esas plataformas “parecen crear una ‘competencia estética’ que ejerce una presión increíble sobre los adultos jóvenes”, dijo en declaraciones a Mashable Amishav Bresler, especialista del área que no participó en el estudio, que a su vez subraya que la importancia de advertir cómo las redes sociales se convirtieron en plataformas de marketing para las clínicas, empresas y profesionales de la medicina estética.
Un informe previo citado por la fuente reveló que el 55% de los cirujanos comentó que alguno de sus pacientes usó filtros en plataformas digitales y en el consultorio pidieron lucir tal como se vieron en las pantallas.
“La validación de la autoestima es una motivación importante para que las personas se unan y usen Tinder, lo que probablemente contribuya a las puntuaciones más altas de aceptación de cirugía plástica entre sus usuarios”, comentaron los autores del estudio.
Expertos en medicina estética señalaron que la investigación tiene algunas patas sólidas, pero que al mismo tiempo exhibe limitaciones. Una de las principales es la elección de los participantes, que son particularmente jóvenes y que en tanto no son los clásicos pacientes que eligen someterse a cirugías estéticas. Además, apuntan a que el estudio es una “muestra instantánea”, ya que no siguió a los encuestados durante un período de tiempo extenso.
“Aunque este estudio no establece la causalidad debido a la metodología científica, esta asociación debe ser reconocida”, concluye Bresler.
