Los Spurs siguen sin levantar cabeza: perdieron frente a los Warriors por 110-99
Manu aplicó 8 puntos, 3 asistencias, 3 rebotes, un bloqueo y un recupero.
San Antonio amagó con achicar la diferencia y se puso a 10 puntos. Steve Kerr tomó un tiempo muerto, dio instrucciones y sus jugadores salieron con furia: 11-0 en 2m18s, con dos triplazos de Andre Iguodala, para cerrar el tercer cuarto 89-68.
El choque fue parejo hasta casi el final del primer tiempo, salvo por el mal cierre del visitante que permitió una corrida de 10-2 y Golden State se fue al descanso largo 62-55. De esos puntos, 22 los había conseguido con su contrataque.
Golden State brilla en ataque (51.5% en triples, 27 asistencias para 41 aciertos), es cierto, desde el vértigo que impone Stephen Curry (25 y 11 pases gol) en el traslado y en la explosión de sus aciertos de larga distancia o penetraciones. Pero frente a los Spurs, además, mostró una defensa notable de doble y triple marca, concentrada; que se multiplicó para incomodar el juego de circulación de su rival (provocó 16 pérdidas) y no dejarle lanzamiento cómodos.
Kerr, entre tanto potencial, dispone de jugadores jóvenes y atléticos que, también, llegaban con ganas de venganza ante uno de los dos equipos que le había ganado en su propia casa, hace tres meses.
Tanta era la superioridad en el marcador y en el juego que Gregg Popovich sacó la bandera blanca de rendición en el último cuarto, con el gesto de poner a varios suplentes de los suplentes.
Manu Ginóbili completó apenas 18 minutos, 8 puntos (4-7 de cancha), 3 asistencias y 3 rebotes. Y habría que buscar en el archivo para encontrar una noche tan poco productiva de Tony Parker (2 tantos y 6 asistencias) y Tim Duncan (8 y 3 rebotes).
Fue la segunda derrota en noches seguidas y la tercera de cinco salidas en la tradicional Gira del Rodeo, que históricamente dejaba como saldo un 70% de triunfos. Está complicado mantener esa marca: Spurs viajará a Utah (este lunes), Portland, Sacramento y Phoenix.
San Antonio quedó con récord 34-21 (séptimo en el Oeste) y a 27 partidos del cierre de la temporada regular ya sumó una derrota más que en la 13/14 (62-20) cuando terminó campeón. Repetir el título, con el nivel actual, es una quimera.