Los peligros del “raspado vaginal” para borrar los rastros de una expareja
Algunas relaciones son tan tormentosas que quisieran borrarlas de la memoria y del cuerpo, pero tomar esta idea de manera literal puede implicar varios riesgos.
Tal es el caso de la cantante Mel B, quien recientemente culminó el proceso de divorcio del productor Stephen Belafonte, y confesó que se había sometido a un proceso de “raspado” de su vagina para eliminar la huella de su ex marido en sus genitales.
Sin embargo, los expertos advierten sobre los peligros de del “raspado vaginal” para borrar los rastros de un ex.
Un “raspado vaginal” consiste en eliminar o quemar las células de la parte interna de la vagina y usualmente es un procedimiento de cirugía plástica genital para disminuir la cavidad vaginal, según explicó la propia Mel B en una entrevista de televisión y en otra con The Guardian.
La exSpice Girl aseguró que decidió someterse a este procedimiento porque su relación con Belafonte estuvo marcada por el maltrato físico y emocional, y no quería sentir “que la última persona que estuvo dentro de mi vagina fue este monstruo”, así que acudió a la clínica del doctor David Matlock, en Beverly Hills, donde rasparon su vagina y colocaron tejido nuevo.
En entrevista con Refinery29, la famosa ginecóloga Jen Gunter hizo un llamado para que las mujeres nunca “raspen” su vagina, pues “cualquier raspado del epitelio vaginal podría afectar su ecosistema y teóricamente podría propagar el virus del papiloma humano a nivel local, así como aumentar la vulnerabilidad de las mujeres a esta infección”.
La doctora aclaró que el tejido vaginal se regenera completamente cada 96 horas y que las células superficiales se desprenden cada cuatro horas, por lo que no quedarían residuos de ninguna pareja dentro de la vagina.
Gunter señaló que realizar un procedimiento así no sería ético de un cirujano y que de hecho nunca antes había escuchado sobre algo similar, por lo que tal vez Mel B no había descrito correctamente la cirugía a la que se sometió y probablemente exista una falta de comunicación. (El Diario de Nueva York)