Los grandes damnificados en The Game Awards
The Legend of Zelda: Breath of the Wild, Cuphead, Overwatch, Hellblade: Senua’s Sacrifice… Muchos son los juegos y sus creadores que en la pasada madrugada del jueves al viernes se fueron a casa con varios premios en los The Game Awards, pero es de justicia un reconocimiento para aquellos que apuntaban alto y se quedaron con las ganas. En muchos casos la mala suerte por coincidir con títulos aún mejores, en otros por la distribución de las categorías y cómo no, la subjetividad inherente a este tipo de premios, han sido las razones por las que hemos visto grandes juegos pasar desapercibidos en esta edición del evento presentado por Geoff Keighley.
Horizon: Zero Dawn
El juego de Guerrilla es el primer y gran daminificado de esta edición, ya que se va con las manos vacías de un evento en el que el estudio holandés tenía la posibilidad de recoger hasta seis galardones. La razón es bien sencilla, y es la presencia de un Zelda: Breath of the Wild que se sitúa con casi unanimidad como mejor juego del año y casi total acaparador en todas las categorías en las coincidían. Tampoco es muy rebatible el de Mejor Dirección de Arte, que se llevó Cuphead, pero sí sorprende que no se hiciera al menos con Mejor Actuación, premio que Ashly Burch ya se llevó por el papel de Aloy en los Golden Joystick Awards.
Persona 5
El juego de Atlus sí consiguió llevarse a casa el premio a mejor RPG, cuyo máximo rival probablemente podría haber sido el minoritario Divnity: Original Sin 2, pero optaba a otros tres. Uno de ellos era a Juego del Año, casi inabordable para cualquiera de los que no lo consiguió, pero era tan merecedor de Mejor Dirección de Arte y Mejor Música como los finalmente premiados, ya que hablamos de un juego tremendamente vistoso y con una banda sonora a cargo de Shoji Meguro realmente disfrutable para nuestros oídos.
https://www.youtube.com/watch?v=g3JkO-82YQ8
Destiny 2
Es vox populi que en general se esperaba más de la prometedora secuela del juego de Bungie, pero la realidad es que prácticamente no ha cumplido con las expectativas. Por eso, habría sido toda una sorpresa que se llevara alguno de los nada menos que 6 premios a los que optaba, ya que esto no es sino un reflejo de la decepción popular que se percibe sobre Destiny 2, que ni siquiera la reciente salida de su expansión La Maldición de Osiris ha solucionado. Sin embargo, las nominaciones para Mejor Dirección de Arte o Mejor Música están plenamente justificadas, pero no así el de Best Ongoing -algo así como Mejor Progreso-, ya que apenas ha tenido tiempo para que se perciba dicha progresión. Caso aparte resulta el premio de Mejor Multijugador, que misteriosamente quedó desierto y nos encontramos a todos los estudios candidatos reclamando el galardón para sí.
https://www.youtube.com/watch?v=LSxElWwWVFE
The Creative Assembly
Creadores de la franquicia Total War, con casi decenas de entregas, y de Halo Wars 2, la cara que se les debió quedar anoche a los miembros de este estudio británico sería digna de ver. Para muchos considerados uno de los mejores estudios del género de la estrategia de los últimos 10 años, se presentaban a esta edición no solo con el spin off de Halo mencionado, sino también con Total War: Warhammer II, ambos juegos con un 8’5 en sus respectivos análisis en esta revista. Sin embargo, ninguno de los dos pudo con una de las sorpresas no solo de la ceremonia, sino de todo el año: Mario + Rabbids: Kingdom Battle.
Playerunknown’s Battlegrounds
Cualquiera de las tres nominaciones de Battlegrounds no ha estado exenta de polémica, ya que el hecho de encontrarse aún en formato Early Access ha hecho que gran parte de la opinión pública se muestre en contra de su presencia en estos premios. Es evidente que desde su lanzamiento ha mejorado mucho -de ahí su nominación a Best Ongoing-, y su nominación a Mejor Multijugador -como decíamos, desierto- podría llegar a estar justificada, ya que las cifras de jugadores alcanzadas son estratosféricas, pero aún le queda un larguísimo recorrido por delante. Sin embargo, poca justificación tiene su candidatura a Juego del Año dejando fuera a otras propuestas más merecedoras de tal honor. Eso sí, si hubiera habido un apartado para Fenómeno del Año, sencillamente no habría tenido rival.
Fuente: Meristation