Los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay rechazan la presidencia de Venezuela
LOS TRES GOBIERNOS EXPRESARON ESTE LUNES SU OPOSICIÓN A LA ASUNCIÓN DE LA PRESIDENCIA PRO TEMPORE DEL MERCOSUR POR PARTE DEL PAÍS CARIBEÑO, EN UN CONTEXTO DE TENSIÓN QUE PUEDE COMPLICAR LOS PLANES DEL BLOQUE SUDAMERICANO PARA ESTABLECER NUEVOS ACUERDOS COMERCIALES CON EUROPA Y LA ALIANZA DEL PACÍFICO. URUGUAY VE “GRAVE” LA SITUACIÓN.
La Argentina, Brasil y Paraguay expresaron hoy su oposición a la asunción de la presidencia pro tempore del Mercosur por parte de Venezuela, en un contexto de tensión que puede complicar los planes del bloque sudamericano para establecer nuevos acuerdos comerciales con Europa y la Alianza del Pacífico.
La conducción del bloque debía ser traspasada el sábado pasado de Uruguay a Venezuela, pero las objeciones de Paraguay, Brasil y la Argentina dificultaron el proceso y el Mercosur quedó expuesto a la acefalía.
La falta de acuerdo llevó a Uruguay a comunicar el viernes pasado que dejaba la presidencia, tras lo cual Venezuela anunció el sábado que asumía su turno de conducción, aun sin que mediara un acuerdo entre los socios.
Paraguay rechazó de inmediato la comunicación venezolana y hoy, a través de un vocero de la Cancillería, la Argentina declaró que “ningún país puede asumir la presidencia pro tempore sin traspaso”, a la vez que propuso “una reunión de coordinadores para solucionar este problema”.
A su vez, el gobierno interino de Brasil también se opuso a la asunción de Venezuela, según declaró a la prensa local el canciller José Serra.
Venezuela “no va a presidir, no tiene condiciones. El gobierno venezolano no logra hacerse cargo ni de Venezuela”, dijo Serra en declaraciones al diario Correio Braziliense, de Brasilia.
Según Serra, “fue un error la entrada (de Venezuela) al Mercosur y se está demostrando que fue fruto de un golpe”.
El canciller interino se pronunció así al comentar el ingreso de Caracas al bloque, que se produjo cuando Paraguay, que se oponía a la iniciativa, estaba suspendido porque sus miembros consideraron que se se había derrocado mediante un golpe parlamentario al presidente Fernando Lugo, en 2012.
En Caracas, en tanto, el presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional (parlamento), el diputado opositor Luis Florido, hizo un público un documento que circuló entre los socios del Mercosur y cuya autoría atribuyó a la Cancillería argentina.
En esa comunicación, la Argentina expresa que la presidencia del bloque “no puede ser asumida ni ejercida hasta tanto se concrete su traspaso por el Consejo del Mercado Común, bajo el formato y las formalidades del caso”.
También advierte que la inédita situación en la que cayó el bloque “puede derivar en una parálisis de sus trabajos”.
En Montevideo, el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, admitió en una declaración pública que “la situación del Mercosur es muy grave” y dijo que cree que habrá nuevas señales “el día que Venezuela convoque alguna reunión”.
A su turno, el canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, dijo que la Argentina, Brasil y Paraguay mantienen un contacto permanente en busca de una salida a la grave crisis institucional del Mercosur y agregó que responderá a la carta de Uruguay en la que comunicó que deja la presidencia pro tempore del bloque, y a la de Venezuela, en la que anuncia que asume ese cargo como corresponde por la rotación semestral.
“Estamos en contacto permanente para ver cómo avanzamos; la Argentina presentó un proyecto y estamos trabajando para encontrar el camino que nos conduzca a la normalización de la presidencia del Mercosur”, declaró Loizaga en rueda de prensa.
La inédita situación llega en momentos en que el Mercosur se prepara para profundizar las negociaciones con la Unión Europea en busca de cerrar amplios acuerdos sobre comercio.
También influye la voluntad de algunas de sus socios de apuntar a estrategias de asociación con la Alianza del Pacífico, integrada por Chile, Colombia, México y Perú.
El presidente argentino, Mauricio Macri, estuvo como invitado especial en la última cumbre de presidentes de la Alianza del Pacífico y se mostró a favor de alentar todos los espacios posibles de integración y comercio entre ese bloque y el Mercosur.
Las objeciones protocolares son independientes de las políticas. Paraguay, con mayor vigor, Brasil y la Argentina han denunciado al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro por la baja que, a su juicio, afectó a la calidad de la democracia en el país caribeño, donde se han denunciado múltiples violaciones de derechos humanos y persecución de opositores políticos.
Esas resistencias están en sintonía con los cambios de signo ideológico en los gobierno de varios de los países que conforman el Mercosur.
Cuando Venezuela entró al Mercosur, en 2012, Paraguay estaba suspendido por el proceso que desembocó en la destitución de Fernando Lugo. Entonces, la Argentina era gobernada por Cristina Fernández de Kirchner y Brasil por Dilma Rousseff.
Hoy, cuando se discute el derecho venezolano a asumir la presidencia pro tempore del bloque, la visión política en la conducción de los países del Mercosur ha variado. Macri está en la presidencia argentina, Michel Temer lleva un mandato interino en Brasil y Horacio Cartes se muestra como el mayo oponente al traspaso desde el gobierno de Paraguay.
De acuerdo con las normas del Mercosur corresponde que Venezuela reciba la presidencia temporal -que rota por orden alfabético de los miembros- pero Paraguay se opone porque sostiene que en el país caribeño está alterado el orden democrático.
Paraguay es el único país que estuvo suspendido como integrante del Mercosur en virtud del Protocolo de Ushuaia -la cláusula democrática del bloque- entre 2012 y 2013, a partir de la controvertida destitución del presidente Fernando Lugo y hasta la asunción de Cartes. (Agencia Télam)