Los cambios en el reglamento de la F1 a causa del Coronavirus
En una reunión celebrada este miércoles por videconferencia, el Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), la instancia dirigente de la Fórmula 1, decidió nuevas reducciones en el techo de gasto para las escuderías: 145 millones de dólares en 2021, 140 millones en 2022 y 135 millones de 2023 a 2025, según una base de una temporada con 21 grandes premios, indicó la instancia en un comunicado.
Para tener un punto de comparación, se calcula que el presupuesto de las grandes escuderías en los últimos años ha sido de unos 500 millones de dólares por curso, pese a que no existen cifras oficiales. Esta reducción va en contra de los grandes equipos del campeonato: Mercedes (campeón en las seis últimas temporadas), Ferrari y Red Bull. Estos tres equipos son los únicos que han logrado ganar un Gran Premio desde 2014.
Pero esta decisión, tomada por unanimidad tras meses de negociaciones y desacuerdos entre las diferentes partes, se explica por el hecho de que no se ha podido disputar ninguna carrera este año por la pandemia del nuevo coronavirus, lo que ha provocado una gran caída en los ingresos del organizador del mundial, el grupo estadounidense Liberty Media, y de las escuderías.
En cuanto al reglamento técnico se anuncia, con miras a 2020 y 2021, el “congelamiento” del chasis y la caja de cambios, así como diferentes componentes mecánicos y estructuras de impacto. Se ha diseñado un sistema de ‘tokens’ que limitará las modificaciones, acorde con las necesidades específicas de cada interesado. Esta temporada, cuyo nuevo calendario aún no se ha hecho oficial, incluye limites a la evolución de la unidad de potencia, mientras que para el año próximo se prevé la simplificación del fondo plano y un aumento del peso de los monoplazas, que tendrán un peso mínimo de 749 kilogramos.
En lo que al reglamento deportivo respecta, este año se crearán normas relativas al personal presente en los circuitos, tanto en el caso de los eventos a puerta cerrada o de aquellos que puedan acoger público. Asimismo, se prevén actualizaciones en el reglamento del uso de neumáticos, se reducirán los test aerodinámicos y habrá restricciones del banco de pruebas de la unidad de potencia para ahorrar costes.
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Para satisfacer a los equipos más pequeños, que no logran competir en igualdad con las escuderías dominantes como Mercedes (campeón en los últimos seis años), Ferrari y Red Bull, la FIA accede a introducir un sistema de hándicap para los más poderosos, que tendrán limitados, a partir de 2021, los ensayos aerodinámicos y permitirá los “componentes transferibles”, es decir, los que desarrolla un equipos y que podrán ser utilizados por otros para limitar los costes.
Mercedes, por ejemplo, no solo produce los motores de sus monoplazas, sino que suministra propulsores a otras escuderías como Racing Point, Williams y, a partir del próximo año, McLaren. Ferrari, por su parte, abastece a Haas y Alfa-Romeo, mientras que Honda equipa a Red Bull y los Alpha Tauri. Renault sólo producirá motores en 2021 para sus propios coches.
El temor era que los grandes equipos eludieran el techo de gastos haciendo que las escuderías a las que suministras desarrollaran piezas e, inversamente, que los pequeños equipos se beneficiaran de estas piezas sin tener que pagarlas.
“La que gana hoy es la Fórmula 1. Es un momento muy importante para nuestro deporte. La Fórmula 1 no era viable financieramente desde hace tiempo y toda inacción habría puesto en juego su futuro y el de sus participantes”, declaró el patrón de McLaren, Zak Brown, en un comunicado.
La marca británica, presente en la Fórmula 1 desde 1966 y que también fabrica coches deportivos y de alta gama, acaba de anunciar el despido de 1.200 trabajadores, una cuarta parte de sus efectivos, como consecuencia del impacto de la pandemia del COVID-19.