Los 10 mejores temas de Led Zeppelin
Riffs revolucionarios, furia blusera, power-ballads grandiosas y hobbits: en el año de sus reediciones, una guía definitiva a través de las más grandes canciones de la banda.
1. “Whole Lotta Love”
La canción que define a Led Zeppelin: obscena, salvaje y absolutamente genial. “Bien profundo”, grita Robert Plant, “te voy a dar cada centímetro de mi amor”. Y , para ponerle un poquito más de romanticismo, agrega: “¡Quiero ser el hombre que entra por atrás!” Su canto post-verbal se pone todavía más sucio, sobre todo en el minuto 4:30, cuando empieza a decir “love” y después se descarga en un agujero negro de eco. (Las voces fantasma con eco fueron un accidente, resultado de la filtración de un track descartado; un error que Jimmy Page decidió dejar.) Años después, Plant reconoció la deuda lírica importantísima con “You Need Love”, de Willie Dixon, el maestro de blues no reconocido (que los demandó y ganó). “Yo pensé: «Bueno, ¿qué voy a cantar?» Y eso fue todo: se lo afané. Después le pagamos lo que le correspondía.” Pero “Whole Lotta Love”, grabada en los estudios Olympic de Londres y mezclada en Nueva York, es mucho más que una remake. La sección media es un viaje a través de la luz negra, un tornado de gemidos orgásmicos, golpeteos de platillos, juegos previos escalofriantes con el theremín, todo magnificado por un amplio paneo en estéreo. El bombeo del riff de Page (hecho con un slide metálico y aumentado con un eco de fondo) es uno de los más agresivos que hayan salido de una Les Paul, y John Paul Jones y John Bonham acompañan estocada a estocada. Page dijo: “En general mis riffs son bastante originales. ¿Qué te puedo decir?”
2. “Stairway to Heaven”
La power-ballad que identifica a la banda, del disco Led Zeppelin IV, se eleva sobre el rock de los 70 como un monolito. Desde la ambientación isabelina de su introducción al misticismo lírico de Plant y el solo en espiral de Page, este tema de ocho minutos es una obra maestra de intensidad lentamente revelada, que retiene su energía y después asciende al cielo como ninguna otra cosa antes vista en el rock. “Se acelera como una inyección de adrenalina”, dijo Page, cuya improvisación en el acto fue el complemento perfecto de la evocación del exceso y la salvación de Plant. “Para nosotros fue un hito.”
3. “Black Dog”
Se podría decir que tiene el riff más jodido de Led Zeppelin: lo pensó Jones, que no se podía sacar de la cabeza una canción de Muddy Waters. Page lo convirtió en un ballet de motosierra con su Les Paul sobre el groove cauteloso de Bonzo y la guitarra rítmica rugiente en varias pistas que rompe en pedazos la sección media. Pero la entrada de Plant -“Ey, nena, cómo te movés/ Te voy a hacer transpirar, te voy a hacer mover”- es lo que logra la verdadera alquimia. Tal vez no sea Shakespeare, pero como dijo una vez Plant, canciones como “Black Dog” tenían su razón de ser.
4. “Kashmir” (1975)
Es el track que suena mas enorme, en parte porque es uno de los pocos que tienen músicos de afuera: cuerdas y vientos que aumentaban las espirales del melotrón de Jones, el cortejo druida y violento de Bonham y la onda entre árabe e india de Page (“Yo empecé a tocar la cítara antes que George Harrison”, dijo). La letra de Plant surgió de un viaje interminable por las rutas de Marruecos, y su aullido de 15 segundos cerca del minuto 4 tal vez sea su momento vocal más espectacular. Plant dijo que era “la canción más importante de Led Zeppelin”.
5. “Ramble On”
La canción en la que Plant inventa por primera vez su álter ego de cuentista místico combina algunas preocupaciones tradicionales del folk (salir de viaje, encontrar a una mujer) con un comentario sobre El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien. Empieza con el punteo acústico de Page y unos golpeteos rítmicos de Bonham (probablemente sus rodillas, la caja de una guitarra o un banquito, nadie se acuerda). Después entra con fuerza el estribillo, Page enciende la guitarra y arroja unos licks afilados mientras Plant deja de ser un hobbit y se convierte de nuevo en una máquina sexual.
6. “Good Times Bad Times”
La primera canción del primer disco presenta a la banda con una declaración confiada y desafiante (“No me importa lo que digan los vecinos”), un riff electrizante y un patrón rítmico de batería incasable y sincopado, que Page ha citado como evidencia de “la técnica increíble” de Bonham. Si bien la letra es la típica queja blusera por causa de una mujer, el mensaje era igual de repentino que un accidente de auto: Zeppelin pensaba utilizar la dinámica de cuatro músicos de una manera completamente innovadora.
7. “Inmigrant Song”
Ninguna canción de hard-rock ha tenido jamás un primer verso tan ominoso: “Venimos de la tierra del hielo y la nieve”. La inspiración fue un recital que habían dado en Islandia en junio de 1970, un mes en que el sol casi nunca se pone. Plant empezó a fantasear con vikingos y compuso la letra desde el punto de vista de un jefe nórdico que lideraba una invasión marítima y sabía que iba a morir. “Se suponía que tenía que ser poderosa y graciosa al mismo tiempo”, dijo. El amenazante riff con staccato de Page iba a aterrorizarlo tanto a Thor que éste se rendiría, y el aullido a lo Tarzán de Plant añade otra capa más de barbarie primitiva.
8. “When The Levee Breaks”
Acá Zeppelin es una banda de blues que se pegó un mal viaje, con letras tomadas de Memphis Minnie sobre un diluvio épico provocado por Page, que utiliza mucho eco, armónica al revés y playback en cámara lenta. La batería de Bonzo, grabada en el hueco de una escalera, es tan descomunal que se convirtió en un sample clásico (el más famoso está en Licensed to Ill, de Beastie Boys). “De casualidad, la acústica de la escalera era tan buena que ni siquiera tuvimos que ponerle micrófono al bombo”, recordó Page.
9. “Rock and Roll”
A Zeppelin le estaba costando ensayar “Four Sticks” y de repente, porque sí, Bonham se puso a tocar la famosa intro de redoblante y platillos de “Rock and Roll”, que imita los primeros compases de “Keep A Knockin'”, el hit de Little Richard de 1957. La canción, que en un principio se llamaba “It’s Been a Long Time”, expresa la nostalgia palpable por la juventud y la inocencia del rock de los 50: Plant hace referencia al stroll, una vieja danza, y a “The Book of Love”, de The Monotones, de 1958. Pero la música resignifica al rock & roll como una fuerza feroz y moderna.
10. “Misty Mountain Hop”
El repertorio de Led Zeppelin está lleno de misterios, pero ninguno tan grande como éste: ¿Cómo puede ser que una canción que habla de los hippies y de Tolkien sea cool? El piano eléctrico húmedo enlaza con el riff precipitado de Page y la avalancha de grooves resbalosos de Bonham, mientras Plant evoca los disturbios entre la policía y unos hippies que lo hacen querer escaparse a los picos fantásticos a los que alude el título de la canción. Plant después dijo que la letra trataba de que “te agarren en el parque con una sustancia ilegal en tus cigarrillos”.