¿Lentes de contacto o anteojos? Qué es más seguro frente al coronavirus
Investigadores del Centro Ocular Research & Education (CORE) de la Universidad de Waterloo en Ontario, Canadá, elaboraron un documento donde indican que “no hay evidencia que sugiera un mayor riesgo de contraer Covid-19 a través del uso de lentes de contacto en comparación con el de anteojos, ni tampoco de que llevar anteojos estándar protección”.
Es comprensible que exista una creencia errónea de que las lentes de vidrio son preferibles, agregan.
“Hay una serie de factores de confusión. En primer lugar, en los usuarios de anteojos a tiempo parcial su supuesta protección es intermitente y la mayor frecuencia de ponerse y quitarse los anteojos aumenta el potencial de tocarse la cara sin lavarse las manos. Otro punto es que algunos virus, como el SARS-CoV-2, pueden permanecer en superficies plásticas duras (similares a marcos y lentes) por horas o días”, detallan.
Estos objetos deben limpiarse regularmente con agua y jabón y secarse con una toalla de papel para eliminar las partículas virales, cierran.
¿ Y los lentes de contacto? Esta preocupación se relaciona con el hecho de que el SARS-CoV-2 fue aislado en lágrimas, aunque hasta la fecha con poca frecuencia, al tiempo que se sabe que el virus se transfiere sí por contacto manual.
“Hasta la fecha ningún dato sugiere que los usuarios que son asintomáticos deben dejar de usar sus lentes debido a un mayor riesgo. No obstante, con un diagnóstico positivo o ante síntomas de resfriado o gripe es el momento de interrumpir su uso y volver a los comunes”, diferencian.
El consejo constante y unánime para protegerse del coronavirus es de lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
“Esto debería ocurrir antes de cada vez que se colocan y se extraen los lentes, ya que dicha práctica reduce los riesgos de infección y respuestas inflamatorias, y es altamente efectiva. También, claro, se debe impedir por todos los medios tocarse la cara, incluidos los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar”, insisten los expertos.
Y las fuentes agregan: “Eso, junto con el uso correcto de soluciones multipropósito (frotando y enjuagando las lentes reutilizables), la limpieza diaria de la carcaza y el reemplazo regular de la funda”. (Diario Clarín)