Las afecciones en la voz aumentaron más de un 30% desde el inicio de la pandemia
Si bien suele circular la idea de que el cuidado de la voz está reservado solamente a determinados sectores, como los docentes, cantantes o locutores, Fabiana Wilder, jefa de Fonoaudiología del Hospital de Clínicas, advierte: “Cualquier cambio en la voz es indicador de hacer una consulta y si ésta dura más de 15 días requiere sí o sí de una consulta con un laringólogo y un fonoaudiólogo especializados. No es normal que la voz se ponga ronca, disfónica o que le aparezcan quiebres, ni en los niños ni en los adultos”.
La especialista precisa que casi un 30% de la población general padece en algún momento de su vida una disfonía y que en el caso de los profesionales de la voz, esta cifra asciende hasta un 45%.
Esta situación se agravó con la pandemia de Covid-19, ya que desde su inicio las consultas se incrementaron en más de un 30% en personas de entre 20 y 60 años, y en menor medida en el rango de 65 y 70. Entre las razones principales, Wilder incluye las restricciones implementadas por la emergencia sanitaria: “Cambió la dinámica de comunicación. Por el barbijo se nos limita nuestra claridad y tenemos que hacer más esfuerzo para ser entendidos. Hay muchos pacientes que refieren mucha molestia: sensación de sequedad o de cuerpo extraño. A la población de adultos mayores les pasó que con todas las restricciones no se han comunicado, por lo que se ve la disminución del rendimiento en relación al no uso de la voz”.
¿Cuál es la mejor forma de cuidar la voz? “Conociéndola y entrenándola. Muchas veces la indicación terapéutica tiene que ver con tomar conciencia de cuáles son los elementos del uso de la voz para poder evitar futuras lesiones y disfonías. En general, la patología benigna se produce por el mal uso y abuso de la voz, es decir, alta demanda vocal y sin un diagnóstico y un tratamiento correspondiente”, explica la Licenciada en Fonoaudiología por la Universidad de Buenos Aires.