Las redes sociales pueden ser decisivas a la hora de conseguir o no un trabajo. Es sabido que muchísimos empresas revisan las redes sociales, en busca de algo que no guste o para “conocer” un poco más al posible candidato.
La irrupción de las redes sociales en la vida de las personas se produjo de una forma muy rápida. Hemos pasado de hablar con nuestros amigos más cercanos a través del ya desaparecido Messenger a utilizar a diario las redes sociales compartiendo con millones de personas nuestros datos, nuestras fotos, nuestros pensamientos, nuestra intimidad.
La privacidad de la vida de las personas dio un vuelco exponencial con el auge de las redes sociales. Si antes de la aparición de Facebook hacías un viaje, lo sabían las personas a las que tú se lo habías dicho. Si ahora haces un viaje, todo el que esté interesado podrá saberlo si lo publicas en tus redes sociales.
Éstas pueden ser decisivas a la hora de conseguir o no un trabajo. Por todos es sabido que muchísimos departamentos de Recursos Humanos revisan las redes sociales de sus candidatos, en busca de algo que no guste o simplemente por “conocer” un poco más al posible candidato.
10 consejos para cuidar tu identidad digital, tu marca personal
Foto inadecuada: La foto de perfil es nuestra señal de identidad, la primera impresión que se llevará el seleccionador de recursos humanos que esté husmeando por tu perfil de Facebook. Consejo: si tienes una foto de perfil ebrio, enseñando más carne de la adecuada o simplemente una fotografía vergonzosa, por favor, cámbiala y poné una un poco más “profesional”.
Ausencia de foto en el perfil: Tan grave es tener de foto de perfil una foto indecente como la ausencia de ella. Tener un perfil en una red social y no tener una foto de perfil puede ir en nuestra contra a la hora de buscar trabajo. Cuando el director de Recursos Humanos vea que no tienes foto pública de perfil
puede pensar que eres una persona que se esconde, insegura, introvertida y más cosas que no te ayudarán a ganarte ese puesto de trabajo. Consejo: utilizar siempre una foto de perfil adecuada en la que se vea bien la cara. No seas un huevito en Twitter ni una silueta en Facebook.
Comentarios políticamente incorrectos u ofensivos: Muchas veces sucede que utilizamos nuestras redes sociales para dar nuestra opinión, quejarnos sobre algo o simplemente hablar de algún tema escabroso.
Temas como la política, religión, drogas y sexualidad son unos temas que es preferible evitar. Por más que tengas ganas de hablar con el corazón en un puño para compartir con tus contactos tus opiniones y tus creencias, no tienes que olvidar que éstas pueden herir la sensibilidad de los demás. Si has herido la sensibilidad del seleccionador, mala suerte, estarás fuera del proceso. Consejo: Antes de vertir tus opiniones en la red sobre ciertos temas, ¡pensalo dos veces! (O contalo en el bar).
Información personal. Uno de los apartados que se pueden rellenar en Facebook (información personal) o en Twitter (Descripción personal) es bastante importante. Señalar uno de los últimos trabajos, así como tus estudios darán al seleccionador una imagen global de quién está detrás de ese perfil. Si en cambio, el apartado de información personal está vacío,aconsejamos que pongas una experiencia laboral que sea la más importante que hayas tenido, así como tus estudios. No se si recordarás la moda (que menos mal que ya pasó) de inventarse trabajos imposibles para hacerse el gracioso. Dejalo como está, en una moda acabada. Se extinguió como los dinosaurios.
Un poquito de privacidad, por favor. Una vez que nos registramos en una red social y empezamos a compartir fotos, vídeos y comentarios ya no nos pertenecen. Pertenecen al dominio público. Nunca sabemos quién puede acabar en nuestro perfil. Uno de los primeros consejos que se dan es
NO publicar datos personales como dirección, teléfono u horarios de trabajo. No por ocultar al departamento de recursos humanos esta información (ellos ya dispondrán de estos datos,ya que se los habrás enviado con anterioridad con tu curriculum vitae) sino por un problema de seguridad. Si publicamos nuestros horario de trabajo, si decimos que estás aburrido por que estás solo en casa o dices que vas a estar 10 días de vacaciones en otro país, ¡Cuidado! Le estarás regalando prácticamente las llaves de tu casa a los ladrones que acechan por la red. Consejo: Si quieres mantener una conversación personal, no lo hagas en el muro en público. Utiliza los mensajes privados, ya que son eso, privados.
Abuso de hastags. Un hastag es una etiqueta que se añaden a determinadas publicaciones con un claro objetivo: que nuestro artículo o foto sea encontrado mediante esas palabras clave. Hay personas que utilizan los hastags a lo loco y la simple labor de leer un pequeño texto se convierte en un trabajo tedioso. #quédificilesleeralgocuandoestaescritodeestaforma
Menos mal que quedó atrás la otra “moda” de escribir de esta forma: EeStThhoyY mmMuY cCconTtteeEntAhh c0n Miii jJHOnnyy! <3
Hablar mal de tu trabajo. Cuando estamos estresados en el trabajo, con nuestra vida personal o con cualquier otra cosa, uno de los impulsos más frecuentes es el de publicarlo en alguna red social para desahogarnos y contar nuestras penas. No soy partidario de esta práctica. Pero una cosa que tenés que evitar a toda costa es hablar mal de tu trabajo. Insultar a tus compañeros o a tus jefes. Puede que no tengas agregado a tu jefe en Facebook, pero si escribes un post poniéndolo a parir, siempre hay buenos compañeros dispuestos a enseñarle qué dicen sobre él en las redes sociales. Esto puede costarte tu puesto de trabajo. De hecho,
es muy común leer alguna noticia de alguien que perdió su trabajo por esta práctica. Si actualmente no tienes trabajo pero hablaste mal de tus anteriores trabajos o superiores, esto puede verlo el seleccionador y te quedarás fuera. Así que haznos caso, repasa los últimos comentarios o tweets por si hay alguno “sensible”. Consejo: Ahórrate tus quejas laborales para los viernes por la noche con tus amigos en el bar.
Hortógràfia. Uno de los consejos más importantes es éste. El que tiene que ver con la ortografía. Muchas personas escriben sin pensar y sin revisar lo que han escrito. Lo que probablemente sucederá es que hayamos cometido alguna falta de ortografía y no nos hayamos dado cuenta. Si estás optando a un trabajo en el que tengas que escribir, por favor, lleva mucho cuidado con las faltas de ortografía. Consejo:
léete algún libro de vez en cuando si no lo haces, ya que esto te ayudará a evitar errores ortográficos. Después de escribir algo, antes de pulsar “enviar” dale un repaso, o incluso pásalo por un corrector ortográfico para estar 100% seguros.
Mendicidad laboral. Cuando estamos en el proceso de búsqueda de trabajo no podemos caer en lo que hemos denominado como “mendicidad laboral“. Si estás buscando trabajo, tienes que acotar un poco tu búsqueda. Si divulgas por tus redes que buscas trabajo de lo que sea, la impresión que se llevará el seleccionador de recursos humanos es que eres una persona sin objetivos a medio-largo plazo y que no piensas en el futuro. Consejo: Si estás buscando trabajo, cíñete a aquellos trabajos en los que tengas experiencia, ya que tendrás más posibilidades de ser contratado.
Dejar claro que eres estúpido. Como dice el dicho: Más vale permanecer callado y parecer tonto que abrir la boca y demostrarlo.Si realizas una afirmación, comprueba antes su veracidad o quedarás en ridículo. Consejo: Facebook posee una potente herramienta de privacidad en la que podrás configurar quién quieres que vea determinadas publicaciones (y quién no). Utiliza un par de horas para revisar bien a fondo quién puede ver qué y restringe el acceso a la información “sensible”.
Estos 10 consejos fueron publicados por el Grupo IOE en http://blog.ioe.es/
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