La traumática historia de la arquera que acusó a Blatter de abuso sexual
Hope Amelia Solo tuvo una consagratoria carrera como arquera de la selección femenina de Estados Unidos. Se consagró bicampeona olímpica (Beijing 2008 y Londres 2012), ganó el Mundial de Canadá 2015 y disputó más de 200 partidos con el seleccionado de su país.
Pero su nombre resonó otra vez -y muy fuerte- en el mundo del fútbol por acusar al expresidente de la FIFA Joseph Blatter de abuso sexual. Conocé su increíble historia:
Una infancia traumática
Nació el 30 de julio de 1981 en Washington, Estados Unidos. Fue concebida en la cárcel durante una de las visitas conyugales de su madre a su padre, Jeffrey John Solo, que se encontraba cumpliendo una condena en la penitenciaría de Walla Walla.
Según cuenta en su autobiografía “Solo: a memoir of hope” (“Solo, la memoria de una esperanza”), ella y su hermano menor fueron secuestrados por su padre cuando la pequeña tenía siete años. Lo que suponía ser un viaje a un partido de una liga menor de béisbol, terminó siendo un largo viaje a Seattle y varios días “de vacaciones forzadas” en un lúgubre hotel.
“Mientras manejábamos de regreso a Richland, me enfurecí. Estaba enojada con mi madre por llevarme a casa. Enojada con mi padre por habernos mentido. Enfadada conmigo misma por haber hecho algo mal. Estaba enfurecida con el mundo“, cuenta en su libro escrito junto a Ann Killion.
Su carrera con la selección
Si bien es conocida por ser una de las arqueras más exitosas en la historia del fútbol femenino, dio sus primeros pasos como delantera en la secundaria de Richland y pasó a ser portera cuando llegó a la Universidad de Washington.
Integró la selección de Estados Unidos por primera vez en 2004, en los Juegos Olímpicos de Atenas. Sin embargo, no pudo sumar ningún minuto de juego. Se ganó la titularidad al año siguiente y sumó 1.054 minutos sin recibir un gol.
En 2008, formó parte del equipo campeón de los Juegos Olímpicos de Beijing, en China. Tres años más tarde, obtuvo un segundo puesto en el Mundial de Alemania 2011 tras perder la final ante Japón. Ese mismo año, posó para Body Issue en la revista ESPN Magazine.
En la previa de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, dio positivo en un control antidoping por la presencia de un diurético. Pero ella argumentó que había estado tomando una medicación pre menstrual recetada por su médico, sin saber que contenía una sustancia prohibida.
Luego de trabajar en conjunto con la Agencia de Anti-Dopaje de Estados Unidos (USADA), recibió una advertencia, pero fue habilitada a disputar la competencia. “Como alguien que cree en el deporte justo, estoy muy contenta de haber trabajado con la USADA para resolver este asunto y estoy entusiasmada por representar a mi país”, declaró entonces a NBC.
En Londres, tuvo su revancha: consiguió su segunda medalla de oro consecutiva y en la final, venció a Japón con una atajada clave para evitar el empate.
Integró nuevamente el seleccionado estadounidense en Canadá 2015, donde se consagró campeona del Mundo. Recibió un gol en el primer partido ante Francia, pero no le volvieron a convertir hasta la final con Japón. Obtuvo el premio a la mejor arquera de la competencia por segunda vez consecutiva.
En 2016, fue suspendida del equipo durante seis meses por insultar a las jugadoras de Suecia en los Juegos Olímpicos de Rio. “Son unas cobardes”, disparó luego de su eliminación en cuartos de final. La sanción derivó en el final de su contrato y el cierre de una gran carrera con la selección de Estados Unidos.
Su vida fuera de la cancha
Por momentos, los conflictos de su vida cotidiana opacaron su gran rendimiento deportivo. Contrajo matrimonio con Jerramy Stevens (ex jugador de fútbol americano) en 2012, aunque su casamiento fue polémico. El día anterior a su boda, Stevens fue arrestado por ejercer violencia física sobre su futura esposa.
En 2014, ella también fue detenida por violencia doméstica en su hogar de Washington, por una confrontación con su media-hermana y su sobrina de 17 años. El caso fue desestimado en enero de 2015 por falta de pruebas.
Al poco tiempo del incidente, su esposo fue detenido por manejar el vehículo del seleccionado femenino de Estados Unidos intoxicado, con Solo como acompañante. La federación estadounidense la sancionó en aquel entonces con 30 días de suspensión.
Su acusación a Joseph Blatter
Solo acusó al ex mandatario de la FIFA por abuso sexual, durante una ceremonia de entrega del Balón de Oro realizada en Zúrich, en 2013. La arquera había sido invitada para otorgar el premio a la mejor jugadora del año.
“Me tocó el culo. Quedé en estado de shock, completamente descolocada. Tuve que reponerme rápidamente para entregarle a mi compañera el premio más importante de su carrera y celebrar con ella. Así que tuve que cambiar completamente el foco”, explicó indignada. La Justicia, otra vez, será encargada de ponerle un capítulo más a su traumática e increíble vida.
Fuente: Clarín
