La Policía salteña desalojó a wichis que reclamaban por agua y energía tras las inundaciones
Personal policial desalojó ayer, en un operativo que culminó con dos detenidos y varios heridos, a miembros de comunidades wichi del municipio salteño de Santa Victoria Este, que desde hace días reclamaban sobre la ruta provincial 54 por energía, luz y una sala de asistencia médica, luego de ser desplazados por las inundaciones registradas en enero y febrero pasado por la crecida del río Pilcomayo.
El saldo fue de varios heridos, muchos chicos que tomaban clases en las aulas móviles huyeron asustados hacia el monte, y dos dirigentes wichis fueron detenidos: Mario y Rogelio Segundo, quienes quedaron a instancias del juez Nelso Aramayo, de Tartagal.
Más de cuatro meses llevan así: pidiendo luz pública: solo un poste con un foco, usando las ropas regaladas hasta gastarlas, teniendo como “domicilio” las carpas en el monte, caminando en la oscuridad con terror a las mordeduras mortales de coral y cascabel, sin un puesto de salud, y con muy poco que comer.
Luego de la represión, Arsenio Corbalán, en representación de sus hermanos aborígenes, dijo: “La Infantería no medió palabra, solo reprimió mientras algunos nos gritaban ‘fuera indios, no sirven para nada, vayan a estudiar’. Los chicos estaban en las aulas móviles a menos de 200 metros, y salieron huyendo al monte. Tiraron gases lacrimógenos y balas de goma a cualquiera, hay ancianos y discapacitados heridos”.
Agregó: “primero nos castiga la naturaleza y el Gobierno nos vuelve a castigar. Nadie nos dio la cara, la primera autoridad que vimos es la Infantería con sus balas de goma. Y para colmo, en un total acto de injusticia, se llevaron detenidos a nuestros dirigentes. Por eso vamos a convocar a todos los caciques para ver qué hacer ahora”. (El Tribuno – Agencia Télam)