La niña tiene dos madres, pero sólo puede ver a una
Mónica Burkiewickz inició en Facebook la campaña “Eva tiene dos madres”. Tuvo una hija con otra mujer, pero se separaron y su ex le impide verla. Inició juicio y la patrocina la Falgbt.
Mónica Burkiewickz tiene 55 años y es docente de informática en una escuela porteña. Hace tres meses lanzó una campaña en Facebook para restablecer el contacto con su hija, luego de que la Justicia rechazara su reclamo. Mónica estuvo más de once años en pareja con otra mujer. Juntas, afirma, recurrieron a tratamientos de fertilización asistida y así tuvieron a la niña, que hoy está por cumplir ocho años. Pero Mónica no llevó adelante el embarazo en su cuerpo. Y luego de separarse, la madre biológica de la nena le impidió volver a verla. “Hace casi tres años que no puedo abrazar ni tener contacto con mi hija”, cuenta Mónica. Su caso no es el único. En la Federación Argentina LGTB –desde donde están acompañando su reclamo judicial– patrocinan a otras dos mujeres en situaciones similares. Pero han recibido muchas más consultas de madres lesbianas que enfrentan el mismo drama. Los casos reflejan el vacío legal que afecta a chicos y chicas nacidos en el marco de parejas del mismo sexo antes de la Ley de Matrimonio Igualitario, que no llegaron a ser inscriptos como hijos de las dos mamás, advirtió a Página/12 Flavia Massenzio, secretaria de Asuntos Jurídicos de la Falgbt.
“Cuando en 1999 empecé a salir con mi ex pareja, ambas soñábamos con tener un hijo o una hija. Empezamos los tratamientos de fertilización asistida en una clínica. Allí hubo varios intentos fallidos y el 20 de enero de 2006 tuvimos los resultados del laboratorio confirmando el embarazo. En septiembre llegó Eva, una bebota hermosísima. En el 2011, nos separamos y ella se mudó. Pasó el tiempo y yo veía a Eva todos los días, la llevaba e iba a buscar al jardín. Pero a fines de 2011, sin mediar diálogo o discusión, mi ex se llevó a Eva de casa y no pude estar más con mi hija. Me crucé una vez con mi hija por causalidad y pude abrazarla alguna vez. Pero hace más de dos años y medio que no tengo contacto con ella. Ni yo, ni ningún miembro de mi familia. Incluso la cambió de colegio”, contó Mónica a este diario. Decidió entonces recurrir a la Justicia e iniciar una demanda por filiación, es decir, para ser reconocida como la otra madre de Eva. En la partida de nacimiento de la niña, Mónica no figura, porque cuando nació Eva no existía la Ley de Matrimonio Igualitario y no estaba previsto el reconocimiento de la madre no biológica como sí ocurre ahora con los hijos e hijas de parejas del mismo sexo que se casan (ver aparte).
En el marco del juicio por filiación, se fijaron las tres audiencias de mediación que están previstas en ese tipo de demandas. En la primera audiencia, su ex negó directamente conocer a Mónica. A las otras dos no se presentó. Finalmente, en octubre de 2013, la jueza Mónica Fernández, a cargo del juzgado de Familia Nº 84 de la ciudad de Buenos Aires, rechazó el reclamo in limine, sin posibilidades de apelación. Ante esa circunstancia, recurrió este año a la Falgbt y la está patrocinando Massenzio, al igual que a otras dos mujeres que enfrentan un conflicto similar. “Ellas no tienen vínculo jurídico con sus hijas. Por eso, en los juzgados de Familia les rechazan las demandas por filiación. El Código Civil establece que la filiación puede ser biológica o por adopción. Lo que queremos desde la federación es un reconocimiento igualitario, el mismo de una pareja heterosexual que recurre a la fertilización asistida y donde uno de los miembros no tienen vínculo biológico con el hijo o hija que conciben, porque necesitan gametos donados. Las parejas de personas del mismo sexo deberían tener el mismo derecho. Ya hemos hecho presentaciones en el Registro Civil, donde fue inscripto el niño o niña, para pedir el reconocimiento de la co-maternidad, como prevé la Ley de Matrimonio Igualitario. Y fueron rechazadas. Así que seguimos el reclamo en la Justicia en lo Contencioso, Administrativo y Tributario”, explicó la abogada de la Falgbt. El fundamento es que hubo “voluntad procreacional” de ambas madres para concebir al hijo o hija. “Es una nueva forma de reconocer la filiación. Ya está en la doctrina, en jurisprudencia y en el proyecto de reforma del Código Civil y Comercial, que tiene media sanción”, señaló Massenzio.
“Estos juicios –agregó– son muy complicados. Hay un denominador común, que observamos, y es que las mujeres que impiden el contacto con la otra mamá, cuando estuvieron en pareja no llegaron a blanquear hacia afuera que eran lesbianas. Y después niegan a su ex pareja. Es muy doloroso”, contó Massenzio. La ex pareja de Mónica actualmente está en pareja con un hombre. Mónica tiene una hija biológica de 29 años de una pareja heterosexual anterior a su relación con la madre de Eva. Tampoco la joven puede ver su hermanita. Frente a esta situación, Mónica lanzó la campaña en Facebook “Eva tiene dos mamás”, para difundir su historia. Más de 700 personas subieron una foto suya con un cartel con la consigna. La campaña, contó Mónica, cruzó las fronteras y ya recibió apoyos desde otros países.