La masía: el modelo de gestión de talento de la fábrica de cracks
El ejemplo del club español, en una industria donde se gastan millones en vedettes futbolísticas, es contracultural; la apuesta del Barça es, desde hace más de 30 años, formar en casa las estrellas del futuro.
Hay lugares que irradian magia o intriga. La Masía, la residencia donde se forman jóvenes talentos del FC Barcelona, tiene ambos condimentos. Desde la cantera blaugrana salieron de los mejores jugadores de la última década. Tres “productos” del Barça (Messi, Xavi e Iniesta) fueron nominados para el Balón de Oro en 2010, la máxima distinción del fútbol otorgada por la FIFA; Lionel Messi integra la terna desde 2007 y lo obtuvo cuatro veces entre 2009 y 2012.
¿Cómo lo hacen? ¿Cuál es el modelo para descubrir y desarrollar estrellas de este calibre? ¿Cómo aprovechar mejor el potencial humano que ofrece La Masía? ¿Cómo se alinea a la estrategia del club?
Jordi Mestre, responsable desde la comisión directiva de todo el fútbol base, considera a la etapa formativa clave para la estrategia del club. “Estamos en una situación que se debe al trabajo de muchos años y mucha gente que se dedicó a la formación de jóvenes jugadores”, dice.
La visión de largo plazo sobre la formación de “la cantera” la denominación del club al fútbol base es clave para sus dirigentes. Para el ex presidente del club Sandro Rosell, es crítica la visión de largo plazo: “Las urgencias siempre provocan que tomes malas decisiones (?) Hubo épocas recientes, (?) en las que hubo poca gente de la base jugando en el primer equipo. Hay ciclos, pero siempre volvemos a La Masía”. Esto lo confirma Jordi Mestre, aseverando que “si te condicionan los resultados inmediatos, estás perdido”, y agrega: “La formación de base es clave y se debe tener humildad porque el resultado del trabajo que uno hace lo verán generaciones futuras”.
Para seguir consolidando la formación, se definió que el fútbol profesional y el formativo trabajen en forma coordinada. Mientras que el profesional incluye al primer equipo, al Barça B y al Juvenil A, el formativo incluye a una variada gama de edades desde Prebenjamines (7 años) hasta Juvenil B (17 años).
“Juntamos todos los procesos vinculados al fútbol en un mismo espacio -aclara Andoni Zubizarreta, director del Área Deportiva de Fútbol- e intercambiamos información, compartimos conocimiento. El concepto de fútbol no se discute, se desarrolla. Tenemos una forma de hacer y de entender el fútbol diferente y singular.” Para transmitir esta esencia a todos los jugadores de la cantera, se pusieron en marcha diversas áreas transversales que mantienen una visión global sobre todos los equipos.
Es el caso del área de Metodología, que analiza las particularidades del primer equipo para destilarlas y trasladarlas al resto de los teams. En cada etapa formativa, los conceptos se trabajan de forma específica para que cuando un jugador pueda llegar al primer equipo ya las tenga asimiladas. Se trabaja también con entrenadores y se les da propuestas metodológicas.
Con todo, el modelo de gestión del talento se basa en tres pilares: captación, personalidad de las jóvenes promesas y el entorno que se genera alrededor de los jugadores. Estos dos últimos conforman la estrategia de desarrollo de los deportistas.
RECLUTAMIENTO
El rastreo del mercado se trabaja de acuerdo con tres perfiles definidos: rendimiento inmediato, futuro y formativo. En el primer caso, la búsqueda se centra en el jugador preparado para competir al máximo nivel y se aborda el mercado de alcance mundial. En cuanto al jugador de futuro, es el que puede incorporarse al Barça B o al Juvenil A con perspectiva de jugar en el futuro en el primer equipo, que se incluye en un ámbito europeo y también español. En el nivel del fútbol formativo, se buscan en el ámbito de Cataluña, con extensión al resto de España y, excepcionalmente, en el mercado internacional, jugadores para los equipos de la base que tengan talento para desarrollar. Es este tercer perfil del tipo de jugadores que busca el FC Barcelona y para ello cuenta con un equipo de 30 técnicos “ojeadores”, repartidos por el territorio español.
La captación de jóvenes promesas tiene tres fases: primero la definición de los perfiles que se buscan; segundo, la observación, seguimiento y elección de los candidatos, y tercero, la evaluación final y decisión definitiva sobre su incorporación.
Los scouts observan a miles de niños por temporada, pero se focalizan en 150 jóvenes, de los que serán captados e incorporados alrededor de 50 para cubrir los 14 equipos que el Barça tiene, además del primer equipo, desde el Juvenil A hasta el Prebenjamín. Eso son unos 230 jugadores o 255 si se suma el Barça B.
Los scouts no actúan libremente, tienen instrucciones precisas. El club unificó criterios con los perfiles que se buscan, puestos concretos, cómo deben trabajar y asistir a los partidos, y qué formatos emplear para evaluar a los deportistas. Cada scout habrá visto entre cuatro y seis partidos del jugador en cuestión. Se contrasta el criterio del selector con el de un homólogo de otra zona y luego acude el coordinador. Si hay coincidencia, se pasa a los entrenadores de equipo y los responsables de fútbol formativo. Solo entonces se hablará con los padres para empezar a sondear la posibilidad de incorporar al niño a La Masía. Los 50 chicos elegidos, el 0,5% de los 10.000 que fueron observados, son una élite.
¿Qué ir a buscar? ¿Qué tipo de talento o competencia es requerida para ser parte de la élite del fútbol barcelonés? Guillermo Amor, director de Fútbol Formativo, ex jugador del club y de los primeros residentes de La Masía, considera que la captación de talento no es fácil como se podría suponer. La buena captación requiere ver más allá del momento de la evaluación de la persona. “A veces, el mérito está en ver a ese jugador que quizás no te llama tanto la atención en un primer momento, pero que es muy posible que con los años vaya tirando para arriba. Es el más difícil de ver.”
Para que los talentos captados logren desarrollar todo su potencial, Amor reflexiona: “A veces la intuición falla, nos podemos equivocar. Que el joven sea exitoso depende mucho de la cabeza. La mente es clave. Trabajamos en el desarrollo de estos talentos para conseguir ese equilibrio”.
EL ENTORNO
Carles Folguera dirige el complejo de La Masía y explica qué es lo que los jóvenes deportistas encuentran allí. “Vienen porque tienen un talento deportivo y nosotros hacemos un poco de papás y mamás; los educamos y hacemos que sea compatible con su formación deportiva. La clave es cómo progresa para terminar siendo un jugador. La primera lección es la paciencia, tanto para él como para la familia”, explica.
El proceso es largo y lleva muchos años para el joven y para el club. “La Masía va tan lenta como puede porque no se puede apurar. Si se apura, no sirve. Es un lento e indispensable motor del club”, enfatiza Ramiro Martín, jefe de la Sección Barça del diario Novo Sportivo.
La formación de La Masía tiene en cuenta la incertidumbre del futuro del deportista. “Como no sabemos si el chico va a ser un éxito, tengo el compromiso de ofrecer el máximo de experiencias en una etapa formativa de suma importancia. Ésta es la idea fundamental”, dice Folguera.
LA PERSONALIDAD
Si bien es un privilegio ser uno de los residentes de La Masía, no es fácil la vida allí. “Entiendo cuando extrañan a su familia, es lo más duro. Si les tuviera que dar un consejo, sería que valoren cada día que van al colegio y cada entrenamiento, porque el tiempo pasa muy rápido”, dice Andrés Iniesta, jugador del club formado en La Masía.
La personalidad es vital para resistir el largo proceso de formación y pulir las competencias que se consideran clave para el futuro jugador. “Si al talento le unimos capacidad, respeto, compromiso, humildad y exigencia tenemos un gran jugador con una gran personalidad”, reflexiona Folguera. La agenda diaria de trabajo, contrario a lo que se puede pensar, tiene solamente una hora y media al día de entrenamiento, que “no es mucho respecto de lo que hacen en otros clubes”, según Folguera, quien agrega: “Lo importante es la calidad de ese entrenamiento y cómo se generan ejercicios, actividades, juegos, situaciones y jugadas que se adapten al estilo de juego”.
Por esa necesidad de apelar a la inteligencia del jugador, las actividades complementarias al deporte son tan importantes como el propio entrenamiento. Una vez al mes se realizan acciones formativas que ayudan a despertar la inquietud de los jóvenes. “Forjar la personalidad es clave para que la tolerancia a la frustración sea alta. Si no hay trabajo y dedicación estamos mirando la mitad de la película”, dice Folguera, y reflexiona: “Si a Messi, Xavi e Iniesta los hubieran fichado con 12 años y 1,60 metro en Inglaterra, ¿hubieran valorado la inteligencia, la toma de decisiones y el aspecto técnico? No lo creo”.
“Debemos recordar que formamos futbolistas, pero también personas. Deben hacer compatibles las horas de entrenamiento con la formación intelectual. Si se invierte todo en la faceta deportiva y se falla, el batacazo es muy importante. Cada día tenemos que demostrar que lo podemos hacer mejor”, concluye.
Así, para el FC Barcelona la performance de cualquier jugador es una mezcla de atributos innatos (talento), adquiridos (forjamiento de la personalidad) y las capacidades organizacionales (el entorno). El club apuesta a una gestión de talento organizacional con mirada de largo alcance, evitando el foco individual, que podría llenarla de estrellas pero no de un equipo efectivo y sustentable en el largo plazo.
LOS ORÍGENES: MUCHO MÁS QUE UN EDIFICIO
Nacimiento
El 20 de octubre de 1979, bajo la presidencia de Josep Lluis Núñez, La Masía se convirtió en residencia de los jóvenes talentos del Barça. El presidente Núñez fue quien decidió convertir a La Masía de Can Planes, una residencia adquirida por el Barça en 1959 y construida en 1702, en el lugar para los jóvenes cuyas familias vivían lejos de Barcelona
Traslado
En 2011 se anunció el traslado del centro de formación a unas nuevas instalaciones situadas en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, un inmenso complejo deportivo ubicado en San Juan Despí, a 8 km de Barcelona
La nueva sede
La nueva Masía tiene una superficie de 6000 m2 distribuidos en cinco plantas (10 veces más que la anterior). En este nuevo edificio pueden dormir hasta 83 personas y fue denominado La Masía-Centre de Formació Oriol Tort, en honor a quien fue el primer coordinador de fútbol base: fue el primer gran entrenador de inferiores, que era infalible con su olfato para encontrar talentos, entre ellos, Pep Guardiola
El diferencial
La Masía hizo una cosa vital en el fútbol: mantener la estructura en el escenario más difícil, la derrota. Cuando el Barça, entre fines de los 90 y 2000, no ganaba nada, en las categorías inferiores mantenía su misma filosofía
- El autor es profesor de la Escuelade Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella.
- Fuente: Canchallena.com