La madre de La niñera, estrella de Instagram
A 27 años del estreno de La niñera, la serie ratificó su vigencia hace unos meses, cuando el elenco se reencontró vía Zoom para animar la cuarentena por coronavirus. Aquel día quedó en claro que pese a que el último capítulo se emitió en 1999, los fans se multiplicaron desde entonces -gracias a las repeticiones de la ficción y al rebote de las redes sociales- y que los personajes de aquella historia protagonizada por Fran Drescher permanecen en la memoria de gran parte del mundo.
Renée Taylor es una de las actrices preferidas por el público luego de haber puesto el cuerpo y el alma a la extrovertida Sylvia Fine, la madre de Fran. A los 87, demuestra que la juventud es cuestión de actitud: ni piensa en la jubilación y redobla la apuesta en formatos que jamás hubiera imaginado.
Iba de gira con su espectáculo Mi vida a dieta cuando la pandemia frenó la actividad teatral y empujó al aislamiento social. Interesada en no perder vigencia, Renée Wexler (su verdadero nombre) comenzó a explotar más su imagen en Instagram y a lograr mayor contacto con los seguidores de la serie.
El humor de Renée Taylor hoy (Instagram).
En las últimas horas, la simpática rubia mostró su costado solidario: se prestó a un evento virtual de variedades, que incluye actuaciones de drags y otros artistas más para los jóvenes LGBTQ sin hogar en Nueva York. “Recaudemos dinero juntos”, pidió Taylor.
El tema favorito que explota en su stand up y shows suele estar ligado a los kilos de más. Humor en una sociedad tan tirana con la imagen.
Viuda de Joseph Bologna (el actor murió en 2017), madre de Gabriel, la actriz que el 19 de marzo próximo cumplirá 88 se muestra movediza y alegre y deja en claro que “mientras la salud acompañe el retiro no es una opción”.
En una extensa entrevista otorgada a Broadway World hace unos meses, Taylor habló de su necesidad de quitarle peso a la obsesión a la balanza y cómo utilizó la ironía a lo largo de su vida: “Cuando conocí a mi esposo Joe, las dos cosas sobre las que mentí fueron mi edad y mi peso. Mi madre me dijo una vez que cuando nací ya parecía que salía del útero con un pan entre los dientes”, bromeó.
“Mi primer trabajo como actriz fue cuando respondí a un anuncio de un periódico que buscaba ‘chicas con sobrepeso’ para bailar en el escenario jugando a ser esclavas en un concurso. Ofrecían cinco dólares, que en esos días era mucho dinero. Pienso que mi carrera tuvo un comienzo espectacular”, detalló.
“Me pusieron el nombre por Renée Adorée, una estrella de la pantalla muda. Mi mamá la vio en la pantalla grande y me puso su nombre. Mamá siempre decía: ‘Mi hija será actriz’. Tenía razón”, contó Taylor.
“Siempre me llamaron agradablemente regordeta. Mi vida a dieta es solo una de las 22 obras de teatro que Joe y yo creamos juntos. El espectáculo fue en realidad idea suya. Cuando The Nanny salió del aire, dijo: ‘¿Por qué no hacemos una obra de teatro de una sola mujer basada en tu libro?’. Y dije: ‘No creo que la gente se identifique con una historia sobre una mujer que siempre se preocupa por su peso’”.
Sobre cómo logró más de medio siglo de matrimonio con Joe, Renée analizó: “Todo se debe a la risa. Y a que comíamos pasta tres veces a la semana, incluso cuando teníamos dolor de cabeza. Compartimos una filosofía: ‘El mal sexo es mejor que no tener sexo’. Siempre hubo mucho amor y respeto, compasión y perdón. Nunca guardamos rencor”.
Cuando le preguntaron cómo logró trascender a la tiranía de Hollywood respecto al peso, respondió: “Los estándares de peso eran mucho más reales en los años 50. Ahora, las industrias de la moda y la dieta tratan de impulsar la talla 0. ¡No existía tal tamaño en los años 50! Cuando conocí a Marilyn Monroe, ella tenía una talla 12, Brigitte Bardot una 14 y Sophia Loren tenía una talla 16. Me siento muy afortunada de tener en común con Sophia el talle de mi vestido”.
El espectáculo de Renée Taylor, “Mi vida a dieta”.
Nacida en el Bronx, trabajó como comediante a principios de la los ’60 en el club nocturno Bon Soir de Nueva York. Compartió escenario entonces con una desconocida Barbra Streisand. Luego, se ganó la atención de la crítica por su interpretación de Eva Braun en Los productores (1967) de Mel Brooks. A pesar de un impresionante currículum, se la recuerda mejor como Sylvia, la dominante y clásica madre judía que fue boom en La niñera. (Clarín)