La llama del amor continúa encendida para Oreiro
Tras el bajo rating de Entre Caníbales, las malas críticas y los rumores de un supuesto affaire con Benjamín Vicuña, Natalia Oreiro optó por alejarse de las cámaras y dedicarse a la crianza de Merlín Atahualpa, le hijo que tuvo junto aRicardo Mollo.
Aprovechando el verano, la actriz viajó a Uruguay para descansar en su chacra de Carmelo: “Allí me desconecto, me ocupo de la huerta. Para mí cultivar papas y zanahorias es algo muy natural porque lo hacía de chica. También fui scout así que aprendí a hacer fogatas y a disfrutar de un buen campamento”.
Oreiro se mostró sorprendida por el nivel de madurez de su hijo, quien a los cuatro años asegura que de grande no va a querer ser músico como sus padres, sino jardinero.
“Hace unos días me pidió que dejara de llamarlo lechón, así que ahora le digo ‘Ata'”, indicó la actriz: “Nos gusta salir a andar en bicicleta y que le lea cuentos”.
Luego de catorce años de matrimonio con Mollo, asegura que sigue enamorada aunque negó su embarazo: “No estoy embarazada. Ricardo es una persona muy sencilla y eso a mí me desarma. Me gusta la simpleza con que vive. Es un ser con mucha luz y, sobre todo, un buen humor. Creo que todos buscamos eso, buenas personas con quien estar y compartir”.