La economía brasileña logra esquivar por poco la recesión
Creció sólo 0,1% el año pasado, debido a una fuerte caída en las inversiones y la producción industrial; es la peor cifra desde 2009.
Por un pelo. Según datos oficiales, la economía de Brasil cerró 2014 con un crecimiento de apenas un 0,1%, con lo cual evitó caer en la tan temida recesión, escenario negativo que, de cualquier forma, se espera que se instale en el gigante sudamericano este año.
Pese a que el propio Banco Central y los mercados habían anticipado una leve contracción de la actividad económica el año pasado, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) reveló que hubo una mínima expansión, casi un estancamiento del PBI. Se trató de la peor cifra de crecimiento desde 2009, cuando la economía se contrajo un 0,2% debido a la crisis internacional, y significa el mayor desafío para la presidenta Dilma Rousseff. El gobierno está envuelto en una crisis de popularidad que se agravó no bien comenzó su segundo mandato, con los enfrentamientos políticos entre el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y su principal aliado, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), así como con las revelaciones del escándalo de corrupción en la empresa Petrobras.
Los sectores que llevaron a esquivar el desplome total de la economía en 2014 fueron los gastos del gobierno, que aumentaron un 1,3%; el consumo de las familias, con un alza del 0,9%; los servicios, que crecieron un 0,7%, y los negocios agropecuarios, con un incremento del 0,4%. Como se esperaba, el informe del IBGE apuntó que las razones que más contribuyeron al decepcionante rendimiento económico fueron una fuerte caída de las inversiones (-4,4%) y de la producción industrial (-1,2%).
No se esperan grandes cambios para 2015. El Banco Central prevé una recesión del 0,5%, mientras que para los economistas del mercado, la economía se contraerá un 0,83%. Para el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, pese a la evolución desfavorable de la actividad en el corto plazo, “los ajustes macroeconómicos en curso tienden a construir bases más sólidas” para la recuperación de la confianza, y la expectativa es que recién en 2016 se vuelva al crecimiento. Con él coincidió el ministro de Economía, Joaquim Levy.
“El resultado del PBI mostró que estamos en una transición. Primero, una desaceleración, pero principalmente una transición. El año pasado, la contribución de las importaciones y las exportaciones fue neutra; unas completaron a las otras. Este año esperamos una recuperación de las exportaciones y, por lo tanto, que el sector externo pueda ayudar al crecimiento de la economía. En los últimos años, no fue así, entonces puede ser un cambio positivo”, señaló Levy, que desde que asumió el cargo defendió la depreciación de la moneda brasileña frente al dólar.
Ayer, después de varias jornadas de alza frente al billete estadounidense, el real volvió a depreciarse y el dólar cerró la semana a 3,23 por unidad.
Los nuevos datos del IBGE fueron relevados mediante una nueva metodología que recibió fuertes críticas de la oposición porque se incorporan, entre otros, gastos militares, así como de investigación y desarrollo. Con el nuevo método, fueron también revisadas las cifras de los años anteriores: el crecimiento del 7,5% de 2010 pasó a ser de 7,6%; el de 2011 aumentó de 2,7 a 3,9%; el de 2012 se incrementó de 1 a 1,8%, y el de 2013 pasó de 2,3 a 2,7%.
“Sabemos de la utilización política que hace el PT de los órganos públicos de estadística, lo que coloca una interrogación sobre este nuevo método. La crisis de credibilidad es muy grande para no poner bajo sospecha estos cambios”, advirtió el senador Ronaldo Caiado, líder del derechista Demócratas (DEM).
Desde todos los frentes opositores crecieron los ataques contra la gestión de Dilma, a quien las encuestas ya muestran con un frágil 23% de respaldo popular.
“El dato del virtual estancamiento de la economía en 2014 sirve como munición para la oposición política, pero es algo que ya se daba por descontado. Todos los sondeos reflejan un crecimiento del pesimismo en relación con la economía. El brasileño medio se siente cada vez más inseguro de su bienestar, vio su poder de compra disminuir con una inflación que ya ronda el 7% y teme que el desempleo comience a aumentar pronto. Esto seguramente sucederá, pese a que el equipo económico tenga éxito en implementar su programa de ajuste fiscal, por lo que no se espera que el gobierno tenga un alivio en su popularidad, aunque las cuentas públicas se equilibren y se recupere algo del crecimiento de la economía en 2016”, señaló a LA NACION el analista Rafael Cortez, de la consultora Tendencias.
UN PANORAMA SOMBRÍO PARA LA ECONOMÍA
0,5%
Caerá el PBI este año
El Banco Central prevé una recesión de 0,5%, mientras que para los economistas el PBI se contraerá un 0,83%.
0,1%
Creció el PBI en 2014
Los sectores que llevaron a esquivar la recesión fueron los gastos del gobierno, que aumentaron un 1,3%; el consumo de las familias, 0,9%; los servicios, 0,7%, y los negocios agropecuarios, 0,4%.
4,4%
Cayeron las inversiones
En 2014, las inversiones en Brasil se desplomaron, lo que contribuyó al decepcionante rendimiento de la economía.
1,2%
Se redujo la producción
La caída de la producción industrial también contribuyó a que la economía no despegara durante el año pasado..