La dura confesión del hijo del “Tata” Brown
Por si quedaban dudas del legado que dejó José Luis Brown en el fútbol argentino, el último fin de semana se lo homenajeó de enorme manera en cada partido de la Superliga para darle la despedida que se merecía el Tata. El ex defensor falleció el lunes de la semana pasada, tras una larga lucha contra el Mal de Alzheimer.
“Los últimos meses de papá fueron muy difíciles para toda la familia. Particularmente, como hijo, lo venía llorando desde hace mucho tiempo. Recuerdo vueltas de La Plata a mi casa y tener que parar el auto para llorar y descargarme. Fueron tiempos duros para la familia y quiero creer que no hayan sido tan duros para él, porque me parece que ya se había ido”, relató Juan Ignacio Brown en diálogo con Super Deportivo Radio.
Sobre la enfermedad que le terminó quitando la vida, agregó: “Hace 3 ó 4 años comenzó a olvidarse de algunas cosas, pero jamás pensé que el proceso podía ser tan agudo como fue. El último año y medio fue terrible. Yo estaba trabajando afuera y cuando venía, cada 4 ó 5 meses, lo veía cada vez peor y ni siquiera veía que la enfermedad se estancaba, lamentablemente siempre avanzó y avanzó. Es una enfermedad muy cruel y creo que el hecho de que él se viera así, prefirió desconectarse porque no era él”.
Además, el ex jugador de Estudiantes, Unión y Almagro, entre otros, contó que la última vez que habían tenido una charla con lucidez fue cuando le tocó reemplazar a Ramón Díaz en Al Hilal, en el fútbol de Arabia Saudita, y el Tata lo llamó por teléfono: “Me decía lo orgulloso que estaba de mi. Papá era un tipo duro, pero que en el último tiempo ya se le caían las lágrimas por cualquier situación y expresaba sus sentimientos. El otro momento fue cuando volvió a Estudiantes, porque Verón lo sumó al club y me mandó un mensaje diciéndome que me tenía que contar algo y estaba feliz por regresar a Estudiantes”.
Por último, resumió la humildad del Tata: “Era un tipo que se ponía a la altura de todo el mundo y nunca miró por encima del hombro”.