La chocó un corredor de autos y quedó en estado vegetativo
Era 2015. Macarena Mendizábal había ido a bailar con su grupo de amigos a un boliche en la Costanera porteña. Se fue del lugar con uno de ellos, a quien por algún motivo le había entregado la llave de su auto para que la lleve.
Nunca llegaron a destino, porque en el camino los chocó otro auto que venía haciendo zig zag a gran velocidad.
Por ese accidente le tuvieron que hacer una craneotomía y durante los siguientes 500 días pasó por distintos hospitales antes de lograr la internación domiciliaria.
Apenas un alivio que se terminó hace dos semanas, cuando por un shock séptico tuvo que ser internada nuevamente en grave estado y ser conectada a un respirador.
Macarena nunca más pudo volver a conectar con la realidad. No puede hablar, ni expresarse. Tanto es así, que su familia no sabe si siente algo, si mira o si escucha. Ni siquiera pudo volver a sostener su cabeza sola, voluntariamente. Pero a pesar de sus secuelas y del tiempo, no hay condenados por el hecho ni se le tomó declaración todavía a los involucrados. (La Nación)