La caída de una polaca que traficaba cocaína escondida en dulce de leche
Una mujer de nacionalidad polaca que estuvo 20 años prófuga acusada de integrar una red narco trasnacional fue detenida en las últimas horas en la ciudad de Buenos Aires.
Se trata de una ciudadana polaca identificada por la policía como Sylwia Sulecka, quien fue capturada por la Policía Federal Argentina (PFA) y era una de las personas más buscadas en su país de origen.
“Este procedimiento fue posible gracias al trabajo conjunto que se llevó a cabo en los últimos meses. Tenemos un compromiso con la lucha contra el narcotráfico, y eso requiere un despliegue a nivel regional y global. Estamos demostrando que con esfuerzo e inversión en inteligencia criminal, podemos avanzar día a día en soluciones que lleven tranquilidad a los ciudadanos”, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en un comunicado.
El operativo fue desarrollado por la división Investigación Federal de Fugitivos de la PFAcuyo jefe, Néstor Roncaglia, fue designado días atrás como flamante vicepresidente por las Américas de Interpol.
Los detectives locales mantuvieron reuniones con miembros de la unidad especializada Fugitive Investigation Support (FIS) en octubre último y pusieron en marcha una serie de tareas de campo que permitieron obtener información importante sobre el paradero de la sospechosa, quien estaba siendo buscada desde que escapó de su país en 1998.
La acusada de integrar una organización trasnacional de tráfico de estupefacientes entre Europa y América Latina aprovechaba que nunca se la había identificado mediante las huellas dactilares en Polonia, lo que dificultaba el trabajo de las fuerzas policiales y le permitía sortear una condena que puede superar los 20 años de prisión, dijeron las fuentes policiales.
Los investigadores establecieron que la mujer había adoptado una nueva identidad en Bolivia, donde comenzó a llamarse Mónica Aireyu Banegas, y luego había cruzado las fronteras y arribado a la Argentina.
Según el informe oficial, la pericia fotográfica de comparación biométrica arrojó con certeza que Sylwia Sulecka y Mónica Aireyu Banegas eran la misma persona.
Frente a ello, los policía montaron guardias de vigilancias discretas, seguimientos encubiertos y registros fotográficos y audiovisuales.
De esta forma, con las pruebas acumuladas referente a los sitios que frecuentaba, los uniformados localizaron a la prófuga en la Ciudad de Buenos Aires y la detuvieron.
Sulecka quedó a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal11 de Claudio Bonadio y ya se ejecutan los mecanismos judiciales necesarios para avanzar en su extradición a Polonia.