La botella con la que tomás agua en el trabajo puede estar afectando tu salud
La botella de agua suele acompañarnos en nuestra jornada laboral. Llevarla resulta de gran ayuda para cumplir con los dos litros diarios necesarios para mantenernos hidratados. Sin embargo, algunos materiales con la que es elaborada podrían ser perjudicales para la salud.
Actualmente existen botellas de vidrio, acero inoxidable, aluminio, plástico y silicona. Pero cada una de ellas presenta ventajas y desventajas.
El problema también se relaciona con el modo y la frecuencia de su limpieza. Muchas personas, rellenan las botellas sin lavarlas entre una carga y la siguiente. Esta definitivamente no es una buena decisión.
El vidrio es un excelente material que no interactúa con el agua, aísla los olores y la humedad, y permite ver cualquier suciedad.
Las desventajas son que si se raja, pueden crecer microorganismos. Lo mismo ocurre ante la exposición directa a la luz del sol. Por este motivo, los especialistas recomiendan los vidrios oscuros (verde o marrón).
Sin embargo, muchas personas prefieren las botellas de acero inoxidable que son resistentes y se lavan fácilmente, aunque son más caras que las de vidrio.
Ante este problema, se puede optar por ls botella de aluminio. Pero el gran problema con este material es que se oxida en contacto con el agua y para evitarlo las fabrican con una capa de barniz que puede contener bisfenol A (BPA).
El contacto en sí con el barniz no es perjuducial. Sin embargo, si el material sufre alguna rotura, se produce la liberación de este compuesto orgánico perjudicial para la salud que, en concreto, produce alteraciones hormonales.
Esta misma sustancia está presente en la botella de plástico, pero no en todas. Las botellas que no contiene BPA tienen un triángulo impreso con los números 2, 4 o 5, siendo las más seguras, las del número 5.
La gran ventaja de este material es que puede ser lavado en lavavajillas o con agua hirviendo.
