Juntos por el Cambio discute alianzas con otras fuerzas políticas antes de la fecha límite de inscripción
Juntos por el Cambio debate por estas horas acuerdos políticos de alianzas con otras fuerzas, como las que lideran Juan Schiaretti, José Luis Espert y Margarita Stolbizer, de cara al próximo 14 de junio cuando se cumple el plazo del cronograma electoral, previsto para la inscripción de coaliciones.
El próximo lunes, a las 15, la mesa nacional de Juntos por el Cambio se dará cita en el comité de la Unión Cívica Radical (UCR), según quedó acordado entre los presidentes de los partidos que integran la coalición opositora -Gerardo Morales, Federico Angelini, Miguel Ángel Pichetto y Maximiliano Ferraro- en un encuentro virtual que mantuvieron en las últimas horas.
El debate sobre las incorporaciones comenzó a generar nuevas tensiones hacia el interior de la coalición opositora, ya que los impulsores principales de la idea son los precandidatos presidenciales del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, y del radicalismo Gerardo Morales, pero crea resistencia en el ala dura, representada por Patricia Bullrich y Mauricio Macri.
De hecho, el debate también generó repercusiones hacia el interior del espacio que conforman Schiaretti con otros representantes del peronismo disidente como Juan Manuel Urtubey, también lanzado a la carrera presidencial.
“Quiero aclarar una vez más que no formaré parte de Juntos por el Cambio. Lo digo con respeto y con convicción: soy lo que fui toda la vida, un militante peronista que ha tenido el honor de recorrer un largo camino siendo elegido por mi pueblo por lo que soy y por mi pertenencia”, aclaró hoy Urtubey en su cuenta de Twitter.
También el dirigente de ese mismo espacio Florencio Randazzo descartó incorporarse a JxC, pero abonó la idea de participar de una “gran PASO” opositora y habló de la necesidad de “un acuerdo programático entre diferentes partidos con un compromiso escrito para que nadie confunda el rumbo nunca más”.
Por otro lado, siguen las negociaciones dentro de JxC con el foco puesta en la provincia de Buenos Aires, la más importante del país en términos electorales, ya que concentra el 38% de los sufragios nacionales.
En Buenos Aires, el PRO ya decidió que irá a las PASO para definir su candidatura a la gobernación entre Diego Santilli, respaldado por Horacio Rodríguez Larreta, y Néstor Grindetti, impulsado por Patricia Bullrich.
En estos dos espacios debaten por estas horas si presentarán listas unificadas en las distintas categorías (legisladores provinciales, intendentes, concejales), o si por el contrario cada postulante irá con sus listas.
Diversas consultas de Télam con los distintos comandos de campaña indican que, aunque las negociaciones continúan, cada uno de los postulantes a gobernador -Santilli y Grindetti- llevará sus propias listas a las PASO.
Los precandidatos a la gobernación también definen por estas horas los nombres de quienes serán sus candidatos a vicegobernador.
En este punto entra en juego el radicalismo, que en la provincia de Buenos Aires tiene como figura más relevante políticamente al titular del Comité Provincia, Maximiliano Abad.
Durante los últimos días, el radicalismo bonaerense mantuvo reuniones con ambos sectores del PRO para ver a cuál de los dos respaldan.
El radicalismo es clave para Juntos por el Cambio en la elección bonaerense, ya que tiene una importante presencia territorial.
Al final de cuentas, muchos acuerdos provinciales y municipales dependen de un entendimiento entre los precandidatos presidenciales.
La campaña de Santilli intentará “provincializar” la elección, o sea que se hable de cuestiones netamente bonaerenses y evitar el escenario nacional, aunque creen que será complicado en un contexto de fuerte polarización en la elección presidencial.
Estos cálculos electorales de Juntos por el Cambio también tienen en cuenta dos hechos que ninguno de los candidatos niega: el primero es el buen nivel de voto de la propuesta de Javier Milei en provincia de Buenos Aires y el segundo es que la candidatura a su reelección de Axel Kicillof logra preservar el voto histórico del kirchnerismo en ese distrito.