viernes, noviembre 22, 2024
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Javier Mascherano y la encrucijada que pondría fin a su ciclo en el Barcelona

Dentro de diez o veinte años, Javier Mascherano vendrá de paseo a Barcelona, tocará el timbre del Camp Nou y las puertas se abrirán de par en par para que pise la alfombra roja que le han tendido. Así de respetado es Mascherano. Pertenece a un estadío superior al del ídolo, que no lo es; al del crack hecho bandera, que tampoco lo es. Respeto es lo que se ganó en su paso por el Barca, un largo recorrido exitoso que se aproxima al final. Cuándo y cómo es el asunto. E importa porque les importa a terceros.

El 15 de noviembre se desgarró en el amistoso de relaciones públicas de la Selección ante Rusia, en Moscú. “Un mes” diagnosticó el cuerpo médico del club. Un mes está por cumplir en el dique seco. Y en ese lapso, Mascherano dejó trascender que dejará al Barcelona antes de lo previsto. Su contrato vence en junio de 2019, de modo que falta el resto de la temporada y la próxima pero según radio Catalunya, muy vinculada al club y al plantel, Mascherano ya les comunicó a los dirigentes que se irá antes de cumplir el vínculo. Y que no será extraño que la partida fuera en enero de 2018.

¿Por qué quiere irse Mascherano del Barcelona? En la última entrevista que concedió, a ESPN, explicó: “Creo que se va terminando una etapa, lógicamente. Después de tanto tiempo está claro que me queda poco recorrido en el club. No lo digo con nostalgia, pasé los años más maravillosos de mi carrera en el club, jamás lo voy a olvidar”. Añadió que “soy de los que le gustan cerrar bien las etapas. En el Liverpool no pude hacerlo y no quiero repetir aquí”.

La alta exigencia del Barcelona a un futbolista que ya puede considerarse veterano surge como un desafío difícil de cumplir. Y, por otra parte, su situación de claro suplente y la urgencia por llegar rodado al Mundial de Rusia en una Selección que tampoco lo considera imprescindible, ponen a Mascherano ante la disyuntiva: quedarse y jugar poco o irse y jugar seguido. En el medio, el cómo del cierre de esa relación amigable con Barcelona, también lo desvela.

Al parecer, Mascherano tendría una oferta del fútbol chino. Millonaria, por supuesto, para seis meses de contrato. Hasta habría pedido referencias al brasileño Paulinho, quien llegó a Barcelona en junio desde el fútbol asiático. Lo que sí es concreto es que Mascherano tienen otras posibilidades, aquí en España y en Italia. Por supuesto, se activarán los sensores en River. ¿Por qué no volver a Argentina, seis meses antes de ir a Rusia? Si es que Sampaoli lo lleva.

Ese panorama que Mascherano tenía clarísimo cambió radicalmente a los 25 minutos del segundo tiempo del partido que Barcelona le ganaba al Celta de Vigo. El francés Samuel Umtiti se sufrió un desgarro de femoral derecho (como el de Mascherano) al tratar de perseguir a Iago Aspas. De esa jugada llegó el gol del empate; el primero que concedió el Barcelona en este torneo en su campo y el primero en casi un año. Nada menos. Los puntos en el camino dolieron pero el empate posterior del Real Madrid en su visita a Bilbao calmó la desesperación azulgrana. Como también ocurrió con la derrota de domingo del Valencia en las afueras de Madrid, ante Getafe. El problema es el futuro. Aunque con la misma lesión que Mascherano, la de Umtiti es más grave: dos meses parado. Y eso cambia todo.

Para el técnico Valverde los centrales titulares son Piqué-Umtiti; Mascherano es el primer suplente y Vermaelen la alternativa si no queda más remedio. Iban a aguantar así hasta el fin de la temporada y en el mercado de invierno iban a concretar las compras de los brasileños Filipe Coutinho, del Liverpool; y de Arthur, el volante central del Gremio que fuera figura en la final de la Copa Libertadores contra Lanús.

Desde la ida de Neymar y la lesión de Dembelé, el Barça sufre de variantes en la creación y los últimos metros. Por eso Messi se inventó esa sociedad con Jordi Alba, como aquella con Suárez. Sin embargo, la baja de Umtiti hay remueve el tablero. El secretario técnico Robert Fernández estuvo en Brasil cerrando lo de Arthur -movida por la que Gremio amenaza con recurrir a la FIFA después de que este fin de semana se filtrara una foto del futbolista con la camiseta del Barcelona- y tranquilizando al central colombiano de 23 años, Yerri Mina, del Palmeiras, a quien le prometieron traerlo en junio.

No hay opciones. Se arriesgan y traen ya a Mina y lo sacan al toro, solución difícil porque Valverde no quiere experimentos en la parte crítica de Liga y Champions resignando a Coutinho o Arthur porque solo puede haber dos refuerzos. La otra chance es lo que hay. Y lo que hay es Mascherano. Valverde observó a siete jugadores de inferiores en la práctica matutina de ayer pero sólo podrá convocar para el partido del martes ante Sporting Lisboa por la Champions a los volantes Oriol Busquets y Aleñá o al central zurdo Palencia. El programa del Barça hasta fin de año son otros tres partidos de Liga: Villarreal, Deportivo La Coruña y el 23 de diciembre, el clásico con el Madrid en el Santiago Bernabéu. Mascherano tendrá el alta para esa fecha.

Fuente: Clarín

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