Inversiones que van a fondo
La petrolera nacional y la estadounidense acordaron seguir el trabajo conjunto para desarrollar hidrocarburos no convencionales. El año pasado habían iniciado su asociación con inversiones por 1200 millones de dólares y ahora sumarán otros 1600 millones.
El presidente de YPF, Miguel Galuccio, anunció ayer la continuidad del acuerdo con Chevron para explorar y extraer hidrocarburos en el área de Vaca Muerta, con una inversión conjunta de 1600 millones de dólares. La confirmación llegó luego de que finalizara la etapa piloto en el desarrollo de recursos no convencionales, que demandó un desembolso de 1200 millones de dólares para un área de 20 kilómetros cuadrados y 161 pozos. Ahora Chevron se comprometió a perforar otros 170 pozos.
“Nos alegra que hayan elegido continuar esta sociedad. Es una gran demostración de confianza en el trabajo de YPF y en el potencial de los hidrocarburos no convencionales de la Argentina. El año pasado dijimos que se trataba de una asociación estratégica y de largo plazo. Esta continuidad en el trabajo y el proyecto conjunto no hacen más que ratificar que elegimos el socio correcto y a la medida de lo que hoy necesitan YPF y el país”, manifestó Miguel Galuccio a través de un comunicado.
Según ratificó YPF, cada año se llevará a cabo una proyección presupuestaria hasta alcanzar el desarrollo total del área. El acuerdo con Chevron abarca 395 kilómetros cuadros y la perforación de 1500 pozos para alcanzar una producción de más de 50.000 barriles de petróleo y 3 millones cúbicos de gas natural asociado por día.
Vaca Muerta cuenta con una superficie total de 30.000 kilómetros cuadrados, de los cuales YPF tiene una participación neta equivalente a 12.000 kilómetros cuadrados. Actualmente, la petrolera posee 19 equipos de perforación en el área Loma Campana y extrae más de 20.000 barriles equivalentes de petróleo diarios.
“Este primer trabajo conjunto posibilitó identificar los mejores lugares para perforar (sweet spots), reducir significativamente los tiempos y, por ende, los costos de perforación. En relación con los costos, la compañía logró reducir en dos años el costo por pozo vertical de 11 millones de dólares promedio a 7,5 millones de dólares en la actualidad”, esgrimió la compañía.
“YPF es un socio y operador confiable, que está avanzando en el proyecto en la dirección correcta”, manifestó el CEO de Chevron para Africa y América latina, Ali Moshiri, quien agregó: “Estamos satisfechos con el progreso alcanzado y esperamos continuar brindando nuestra experiencia técnica e inversión para ayudar a la Argentina a lograr el objetivo de ser autosuficiente energéticamente”.
Además del proyecto Loma Campana, YPF y Chevron anunciaron la ampliación del acuerdo estratégico entre ambas con el objetivo de delinear un futuro cluster de desarrollo de shale oil con un programa exploratorio de nueve pozos (siete verticales y dos horizontales) en Narambuena, un área de 200 kilómetros cuadrados en la provincia de Neuquén, dentro de la concesión Chihuido de la Sierra Negra. La inversión estimada para este proyecto será de 140 millones de dólares y serán aportados por Chevron. “Esta nueva fase se completará en un plazo estimado de cuatro años, aunque los tiempos podrían acelerarse en función de los resultados”, agregó YPF.
Las inversiones de Chevron están enmarcadas en el régimen establecido en julio de 2013, a partir del cual las empresas que desembolsen al menos 1000 millones de dólares en un proyecto hidrocarburífero podrán comercializar sin retenciones el 20 por ciento de lo producido a partir del quinto año de iniciada la inversión. Además, dispondrán libremente de las divisas generadas por la exportación de dicho porcentaje de crudo o gas. En los distintos foros en los que participa, Galuccio suele remarcar que para alcanzar el autoabastecimiento “YPF necesita más Chevron, es decir, inversiones de empresas que decidan asociarse con la compañía nacional”.
Este nuevo anuncio ocurrió a pocos días de que el Congreso apruebe definitivamente el acuerdo de entendimiento entre Repsol y la Argentina, por la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF