Hugo Moyano pidió a los trabajadores “usar esa arma letal que es el voto”
El líder camionero convocó a “terminar con esta fantasía”, en referencia al gobierno kirchnerista; también habló de una eventual reunificación de la CGT y dijo que el metalúrgico Antonio Caló “da pena”.
“Cuando tengamos esa arma letal en mano que nos da la democracia, que es el voto, ahí tomemos una decisión (…) para terminar con esa fantasía”. El jefe de la CGT opositora, el camionero Hugo Moyano,pidió a los trabajadores votar “con el mayor grado de inteligencia”.
Además, el líder camionero no descartó esta mañana la posibilidad de una reunificación de la central obrera, aunque señaló que “da pena” ver al metalúrgico Antonio Caló al mando de una CGT cercana al Gobierno.
“Lo veo a Caló y me da pena”, dijo Moyano. “Pertenece a un gremio que fue nave insignia de los trabajadores”, agregó.
En diálogo con el programa Sábado Tempranísimo de radio Mitre, Moyano deslizó que “ha venido muchísima gente del otro lado y quieren que se mantenga en silencio”, respecto de reuniones con sindicalistas que pretenden una reunificación.
“Arma letal”. El líder camionero pidió a los trabajadores usar “esa arma letal que es el voto” y “actuar con el mayor grado de inteligencia”.
“Si este gobierno no da respuestas, si sigue haciendo responsable a los trabajadores de los daños que ocurren en el país, cuando tengamos esa arma letal en mano que nos da la democracia, que es el voto, ahí tomemos una decisión”, soltó.
Tras recordar que “han pasado 12 años” de gestión kirchnerista, dijo que “seis meses más cualquiera puede aguantar”, aunque reiteró el pedido de “tomar la decisión para terminar con esta fantasía” en las urnas.
Ganancias. Moyano dijo que el impuesto a las ganancias es una “barbaridad, despropósito e injusticia total”. Además, sostuvo que ante las quejas de los gremios contra ese “impuesto perverso”, los funcionarios “se hacen los distraídos y atacan a la dirigencia”.
Según el jefe de la CGT opositora, el Gobierno no modifica la escala de Ganancias por una “cuestión política, económica y de capricho”.
“No puede ser que no se den cuenta del daño que le están haciendo a un sector de los trabajadores”, concluyó..