Huelga nacional: quiénes paran y quiénes no el próximo jueves
La mayor parte de los gremios que participará de la medida de fuerza nacional ya está definida. El Gobierno y la CGT de Moyano se disputan el respaldo clave de la UTA.
El paro nacional del jueves 28 de agosto toma forma: camioneros, ferroviarios ygastronómicos, entre otros, ya están listos para la medida. En las próximas horas, los bancariosanunciarán también su participación. Ahora, todas las miradas están puestas en lo que decidirán loscolectiveros de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), un gremio clave para garantizar el éxito de la protesta en todo el país.
Los que no pararán serán los principales sindicatos de la CGT oficialista: taxistas, empleados de Comercio, los principales gremios industriales y trabajadores de la construcción. Tampoco lo harán los docentes y estatales enrolados en la CTA que conduce Hugo Yasky. Un caso particular es el de los metrodelegados del subte: la conducción del gremio, encabezada por aliados del oficialismo, anunció que cumplirá con sus tareas de forma habitual. Pero ya en el paro del 10 de abril dijeron lo mismo y el servicio se vio interrumpido: un sector del sindicato enrolado en la izquierda y los escasos trabajadores que responden a la UTA frenaron la circulación de vagones.
Por estas horas, el apoyo de los colectiveros dirigidos por Roberto Fernández es disputado por el gobierno nacional y la CGT de Hugo Moyano. Aunque formalmente aún pertenece a la central sindical oficialista, la UTA está hace tiempo alejada del kirchnerismo. Pero ahora duda si adherirá al paro nacional, como sí lo hizo el pasado 10 de abril.
Tres son las razones que por estas horas hacen dudar a la conducción del sindicato, según publica el diario Ámbito Financiero. Primero, los $85 millones que el Gobierno puso en subsidios y compensaciones a las empresas de transporte para cerrar la paritaria del sector en torno al 30 por ciento. Segundo, las gestiones para quedarse con un predio en el barrio porteño de Once para instalar oficinas de capacitación y trámites administrativos del gremio. Tercero, la necesidad de un generador de energía eléctrica para proteger de eventuales cortes al edificio de la mutual de chóferes que está sobre la avenida Belgrano.
Fernández mantuvo apagado su celular durante el fin de semana. Ni los funcionarios ni los hombres de Moyano consiguieron contactarlo. El martes, delegados de todo el país se reunirán para definir si adhieren a la medida de fuerza. Pero la decisión podría ser tomada horas antes por la conducción.
En la CGT opositora recuerdan que hace 15 días el secretario de Prensa del gremio, Mario Calegari, le dio al maquinista Omar Maturano el visto bueno para avanzar con el paro, según consigna Clarín. En el Gobierno, en cambio, confían en que las gestiones de los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Planificación, Julio de Vido, puedan finalmente decantar la balanza en su favor.
La decisión tendrá un importante impacto sobre la medida de fuerza. El éxito de la protesta del pasado 10 de abril se logró sobre todo por la virtual parálisis de todos los medios de transporte del país, logrado con la participación de colectiveros, camioneros, maquinistas de trenes y un sector de los empleados del subte. Su efecto fue consolidado por los cientos de piquetes que organizaciones sociales y partidos de izquierda realizaron en todo el país.
Todos los dirigentes enrolados en las CGT de Moyano y Barrionuevo coinciden en su rechazo a los cortes de calle e intentan minimizar el rol que la izquierda pueda tener en las protestas. Pero, debido a las dudas de la UTA, ya no todos ven con malos ojos sus piquetes. Aunque no los avalarán en público, los bloqueos permitirían consolidar el paro si los colectiveros deciden trabajar el jueves.