Holanda permite dar clases de manejo a cambio de sexo
“Ofrecer clases de conducir a cambio de sexo no puede considerarse como prostitución”. Así lo ha afirmado el ministro de Seguridad y Justicia de Holanda, Ard van der Steur.
Todo comenzó en 2014 cuando la policía de ese país abrió una investigación a una autoescuela de Rotterdam en la que supuestamente se ofrecían clases a cambio de sexo. A pesar de que los resultados de dicha investigación no se hicieron públicos, la policía advirtió de que era a través de internet donde se negociaba este tipo de acuerdos.
A continuación, un ejemplo:
“¡Hola, bonitas mujeres (sin carné de conducir)! Soy un hombre soltero y tengo mi propia autoescuela. A ella pueden acudir mujeres bonitas para sacarse el carné. El pack que ofrezco es completo: incluye todas las clases y los exámenes. La candidata elegida puede venir a las clases hasta que obtenga la licencia. Gestionaremos todo de manera discreta y segura. La mujer que quiera asistir a mis clases deberá vestir ropa caliente (sexy), como medias con ligas. Puede responder a este anuncio si es de Vlaardingen, Schiedam, Delft, Rotterdam, Ridderkerk o Dordrecht; también si viene de más lejos, pero en ese caso tiene que venir sola desde la estación, aunque después de cada lección yo le puedo acercar a su casa. Puede contactar conmigo por e-mail; respondo el mismo día”.
Diversas organizaciones, entre ellas la asociación de vendedores de automóviles Bovag, ya han pedido al Gobierno que tome medidas para acabar con estas prácticas, especialmente por el miedo de que puedan afectar a menores.
En Holanda es posible acudir a la autoescuela desde los 16 años y medio.
A ello se ha referido explícitamente el Ministro de Justicia en su misiva parlamentaria. Ha recordado que “cuando profesores de autoescuela ofrecen clases a menores a cambio de sexo, entonces sí que está prohibido”, en alusión al artículo 248 del Código Penal neerlandés, que castiga la incitación de menores a ejercer la prostitución.
Para evitar que los menores caigan en las redes de estos peculiares instructores, una de las propuestas que defiende Bovag es que los profesores de autoescuela deban obtener un certificado de buen comportamiento . (Diario El Mundo – España)