Héctor Timerman se consideró “un prisionero político”
El ex canciller argentino Héctor Timerman publicó hoy una misiva en el diario estadounidense The New York Times en la que dijo ser “un prisionero político en Argentina”, luego de que el juez federal Claudio Bonadío lo procesara por traición a la patria por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA por el memorándum con Irán.
El ex funcionario kirchnerista enfatizó que el juez que lo procesó, “dirigió la investigación de ese encubrimiento pero fu destituido en 2005 acusado de parcialidad para proteger a quienes frustraron la investigación inicial”.
“El fiscal Alberto Nisman se hizo cargo de la investigación de AMIA y señaló a un grupo de funcionarios iraníes como los autores intelectuales del ataque. Los tribunales ordenaron que los sospechosos fueran detenidos y llevados ante un juez, ya que la ley argentina no permite juicios en rebeldía. Irán respondió que sus propias leyes prohíben la extradición de sus ciudadanos. Por lo tanto, el caso quedó paralizado por otra década”, escribió.
En este sentido, remarcó que “avanzar en el caso fue un objetivo clave de la administración de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner”, en la cual se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores desde 2010 hasta 2015.
“La solución fue un acuerdo entre ambos países: un juez argentino interrogaría a los sospechosos en Irán y comenzaría procedimientos para llevar la verdad y la justicia a las víctimas. También estableció una comisión de la verdad no vinculante compuesta por juristas internacionales para observar el caso. Para el Sr. Bonadio, el acuerdo socava la investigación penal en el caso AMIA y es el pretexto para mi acusación”, agregó.
Criticó, en este sentido, que “la traición es una acusación sin precedente moderno relevante en nuestro país” y que para que un ciudadano argentino “cometa traición, el país debe estar en guerra”.
“Argentina e Irán no están, y nunca han estado, en guerra. Hasta el día de hoy, mantienen relaciones diplomáticas. No obstante, el Sr. Bonadio justifica esta acusación alegando que el ataque terrorista representa un acto de guerra. Él argumenta que el país ha estado en guerra durante 23 años, sin ningún reconocimiento formal, y en contradicción con toda la jurisprudencia”, expresó Timerman.
Y agregó: “Irán rechaza las acusaciones contra sus ciudadanos. No obstante, acordó cooperar en el caso luego de una campaña diplomática multianual encabezada por los sucesivos gobiernos de Kirchner. Así comenzaron las negociaciones oficiales, anunciadas por la Sra. Fernández de Kirchner en las Naciones Unidas, y los ataques políticos de quienes dijeron que Irán era un interlocutor negociador inaceptable”.
En otro fragmento de la carta, Timerman dijo no saber porque “el acuerdo se ha convertido en foco de una ira vengativa” y destacó que fue aprobado por el Congreso argentino. “Bonadio parece decidido a llevar adelante un caso con pruebas tan endebles y en el marco de decisiones judiciales con un calendario sospechosamente político”, opinó.
“Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia a fines de 2015, el Sr. Bonadio ha logrado encabezar la mayoría de los casos contra la Sra. Fernández de Kirchner y ha encarcelado a varios de sus ex funcionarios en prisión preventiva” dijo, al tiempo que advirtió sobre un “uso del sistema penal para perseguir opositores”.
“Hace cuarenta años, mi padre, el periodista Jacobo Timerman, también era un preso político. Pasó más de un año bajo arresto domiciliario, después de haber sido secuestrado y torturado en centros clandestinos dirigidos por militares durante la última dictadura de mi país desde 1976 hasta 1983”, expresó.
Por último, cuestionó a Bonadío rechazar que reciba atención médica, lo que aseguró es “condenarlo a la muerte”. “La Constitución de Argentina no permite la pena de muerte. Pero con un juez como este, eso es poca garantía”, finalizó.