viernes, noviembre 22, 2024
Espectáculos

Heath Ledger: el actor que pagó con su vida la inmortalidad

 

Berlín, febrero de 2006, sala de conferencias del Hotel Hilton. El film Secreto en la montaña, de Ang Lee, se presentaba en la competencia oficial de la Berlinale y la pregunta ¿artera? de un periodista nos desconcertó a los allí presentes. “¿Qué les diría a aquellos que piensan que la película es sencillamente… desagradable?”, casi que escupió con cierto tufillo homofóbico un acreditado de prensa.

La respuesta serena de Heath Ledger, que personificaba a un cowboy homosexual -en la década del ’60- Ennis del Mar, con el que rompió uno de los grandes tabúes de la sociedad norteamericana, devolvió tranquilidad al auditorio: “A ‘aquellos’ -ironizó la falta de precisión de la consulta- les diría que no es una película para rotularla ni ponerle etiquetas. Tampoco es una historia de gays, sino un cuento de amor de dos seres humanos que se aman por encima de todo”. Sin pretenderlo fue como una lección de respeto y tolerancia para una época -doce años atrás- que poco tenía que ver con estos tiempos.

 

El 22 de enero de 2008, el australiano Heath Andrew Ledger fue encontrado inconsciente, boca abajo, en su cama del departamento del SoHo de Manhattan (Nueva York). Luego de un mes de dudas, rumores y especulaciones que se publicaron en los medios -se hablaba de suicidio-, la autopsia determinó que el actor, nacido en Perth en 1979, murió por una combinación de medicamentos que son utilizados para curar ansiedad, depresión, dolor e insomnio. Tenía 28 años (un alivio para su familia no pertenecer a ese macabro club de celebrities que partieron a los 27, la mayoría, por consumo de drogas y alcohol).

 

Se trató de una muerte accidental, resultado del abuso de sustancias médicas. “Fue su culpa absolutamente. Él llegó a los medicamentos. No se puede culpar a nadie, es duro de aceptar, porque lo amaba”. Las palabras de su padre Kim, en 2016, retumbaron.

 

La prestigiosa actriz Michelle Williams (Manchester frente al mar, Blue Valentine y Mi semana con Marylin), que fue pareja de Heath durante tres años, con quien tuvo a Matilda Rose, hoy de 12, expresó en varias ocasiones que desde que lo conoció en el rodaje de Secreto en la montaña “él sufría de insomnio porque tenía un problema de ansiedad con episodios depresivos, lo que generaba que tomara medicamentos”.

 

Si bien venía de importantes labores en Diez cosas que odio de ti, El Patriota, Monster’s Ball y Corazón de caballero, entre 2005 y 2007 Heath Ledger atravesaba el mejor período de su ascendente carrera, producto de un puñado de películas como Casanova, El secreto de los hermanos Grimm, Candy, Secreto…, I’m not There y El caballero oscuro, en la que interpretó al Guasón, que le valió un Oscar póstumo como Mejor Actor de Reparto en 2009.

“La actuación de Heath se roba la película por completo. Es fantástico, algo nunca visto hasta ahora; es una tremenda celebración de su talento”, había reconocido Christian Bale, quien en ese film encarnó nada menos que a Batman. Ledger había sido nominado al Oscar por Secreto en la montaña pero la estatuilla quedó en manos de Philip Seymour Hoffman por Capote.

 

Ya se hablaba del nuevo “niño guapo de Hollywood” salido de una isla exótica al que llegaron a ofrecerle el papel de Hombre Araña, pero el cual no aceptó porque temía entrar en la ruleta rusa de la fama (“Si lo hago estaría robando el sueño de otro actor”, le confiaría a su agente).

Destinado a ser estrella, sin embargo, aquella negativa, a priori contraproducente, lo desvió hacia las maravillosas garras de Ang Lee, el taiwanés que le obsequió a ese inolvidable vaquero con el que se recibió definitivamente de actor. “Después de Secreto en la montaña, Heath podía hacer lo que quisiera. Pero volvió a desconcertarnos y volvió a dar en la tecla con el Guasón”, reveló Steve Alexander, por entonces manager del australiano.

Su madre Sally, su padre Kim y su hermana Kate, con el Oscar póstumo entregado en 2009.

En abril de 2017, en el Festival de Tribeca (Nueva York), se estrenó I’m Heath Ledger, un documental de Derik Murray, que indaga en misterios y secretos alrededor de la vida del malogrado actor, con entrevistas a amigos, colegas y su familia.

“Soñaba con la fama y cuando la consiguió ya no la quería más”, asegura el cineasta Matt Amato. “Siempre estuvo obsesionado con Janis Joplin, Kurt Cobain y toda esa gente que murió a los 27”, dice un amigo de su infancia. “Rápidamente advertí de su amor por Michelle (Williams) en pleno rodaje de Secreto en la montaña”, afirma pícaro Ange Lee. “Creo que fue difícil para él mantenerse al día con quién era”, esboza Naomi Watts, la actriz que fue pareja de Ledger entre 2000 y 2002.

En el documental se destaca la ausencia de Michelle Williams, el amor de su vida, de quien se terminó separando en 2007, después de ser catalogados como la pareja de Hollywood el año anterior. Nunca se supo cuáles fueron los motivos de la ruptura, pero los viajes y las presiones de sus respectivas carreras fueron minando y enfriando la relación.

I’m Heath Ledger descarta cualquier tipo de depresión post Guasón, como argumentaban medios sensacionalistas: “Todo lo que salió publicado sobre la situación de Heath y ese personaje me confundía, los rumores respecto a que su depresión fue provocada por ese papel no eran ciertos”, confía su hermana Kate Ledger. Finalmente el documental hace referencia​ a la neumonía que padecía y a sus problemas para dormir, quizá con el ánimo de acabar con la leyenda negra sobre su repentino adiós.

No pudo terminar la película El mundo imaginario del doctor Parnassus, obra póstuma que se estrenó en octubre de 2009 y en la que Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell completaron el rol interpretado por Heath Ledger, después de que el rodaje fuera suspendido temporalmente.

Su ex mujer Michelle Williams y Kate Ledger en el último adiós en Perth, el 9 de febrero de 2008.

Como insinuó uno de sus amigos en aquel documental tributo. “Heath siempre hablaba de las cosas que tenía que hacer porque sabía que no estaría aquí mucho tiempo”. El australiano se fue después de una intensa década como intérprete, en la que vivió un ascenso fulminante que le bastó para edificar su inmortalidad en el mundo del cine, lo que no es nada desdeñable. El tema es que, a cambio, él entregó de su vida. (Clarín)

 

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