viernes, noviembre 22, 2024
Seguridad

Hallan el ADN del taxista en el cuerpo de la estudiante universitaria asesinada

De acuerdo a la información publicada en la página oficial de la fiscalía de Puerto Madryn, los estudios genéticos confirmaron que el patrón hallado en el cuerpo de la estudiante “en un 99,99 por ciento coincide con el ADN de Dante Donnini (50)”, el taxista detenido tres días después del hecho.

La fiscalía detalló que “además de en las uñas de Diana Rojas, hallaron ADN de Donnini en las extensiones de pelo, en el saco y en la cartera de la joven entrerriana que estudiaba en Madryn”.

Los peritajes que incriminan aún más al taxista fueron realizados por el genetista Néstor Basso, del laboratorio de Genética Forense del Centro Nacional Patagónico (Cenpat-Conicet).

Fuentes de la investigación confirmaron además que en el lugar del crimen de Rojas fue encontrada una rejilla con líquido seminal, cuyo ADN también pertenece a Donnini.

Los voceros aclararon que si bien ese hallazgo no necesariamente indica que la estudiante haya sido atacada sexualmente, sí ubica al taxista en la escena del asesinato.

El fiscal en jefe de Puerto Madryn, Daniel Báez, dijo que está “satisfecho” con las tareas realizadas en el caso: “Estamos satisfechos con nuestro trabajo que fue puesto en duda. Ahora las pruebas genéticas confirman que a la hora de investigar estábamos por el buen camino”, expresó.

Rojas (25), estudiante entrerriana de Derecho que hacía un par de años se había radicado en Puerto Madryn para seguir esa carrera, fue asesinada el martes 17 de mayo y su cuerpo fue encontrado por dos jóvenes que circulaban en bicicleta por un descampado cercano a la ruta provincial 1, al sur de esa ciudad chubutense.

El cuerpo de la joven presentaba 13 heridas punzo cortantes, seis de ellas graves y una mortal a la altura del cuello, y no se detectaron signos de que haya sido violada.

Como los pesquisas establecieron que faltaba el celular y la billetera de la víctima, la causa fue caratulada inicialmente como “homicidio en ocasión de robo”.

Donnini fue detenido como imputado del crimen tres días después de encontrarse el cadáver y una de las pistas por la que los pesquisas llegaron a él fue una llamada que le realizó la víctima desde su celular para pedirle un traslado.

Además, según el informe oficial de la fiscalía, “se han constatado lesiones en el señor Donnini a través del médico forense, que establece que las laceraciones halladas son compatibles con mecanismos de defensa y hace referencia a la existencia de rasguños humanos”.

De acuerdo al información publicada, a raíz de la sospechas que surgieron sobre Donnini se dispuso el secuestro de su auto y una inspección ocular, de la que surgió que había manchas de sangre en el asiento trasero que habían sido lavadas.

Otra de las pruebas determinantes contra el taxista fue el hallazgo del celular de la estudiante en poder de otro chofer que aseguró que Donnini se lo había vendido.

Al ser interrogado durante la pesquisa, el taxista brindó una declaración confusa sobre el viaje que hizo Rojas, al tiempo que no pudo explicar bien qué hizo entre las 10.30 y las 12.20 del día del crimen.

El acusado le dijo al juez de la causa, Marcelo Orlando, que esa mañana trasladó a la víctima hasta la esquina de Lewis Jones y Alvear, de Puerto Madryn, y que allí la dejó para luego continuar con su rutina, aunque no pudo precisar cuántos viajes más realizó ni a quienes llevó.

En su planilla de trabajo quedó registrado que a las 11.30 pidió a la parada un “cese de servicio” supuestamente para llevar el vehículo al taller y que a las 12.39 le envió a un compañero suyo de apellido Gónzález una foto del celular de la víctima ofreciéndoselo en venta.

El propio compañero de trabajo del taxista declaró ante la Justicia que Donnini le pidió que le borrase la memoria porque era un teléfono “sucio”, que se lo había vendido un “pibe chorro” y no que “lo había olvidado un cliente” suyo.

En tanto, los investigadores determinaron a través de una serie de mensajes vía Whatsapp que mantuvo la víctima con un amigo, que ese martes a las 10.30 la joven había pedido un taxi para que la llevara a un Correo Argentino, supuestamente a cobrar un giro. (Agencia Télam)

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