Grondona estaba en el corazón del escándalo de las coimas en la FIFA
Según la investigación, el fallecido ex presidente de la AFA recibió tres millones de dólares por “facilitar” un contrato por derechos de TV e imagen. Y tenía otros 12 millones por cobrar. La denuncia involucra a altos dirigentes del fútbol. Siete fueron detenidos ayer en Suiza.
Los seguidores del deporte más popular del mundo amanecieron ayer con la noticia que conmocionó al planeta: el Departamento de Justicia estadounidense arrestó en Zurich a siete altos dirigentes de la FIFA para extraditarlos a Estados Unidos, donde se los acusa por 47 delitos de fraude, chantaje y lavado de dinero. Las denuncias involucran al mismísimo ex mandamás del fútbol argentino, el fallecido Julio Grondona, para quien habían destinado 15 millones de dólares en coimas -sólo llegó a cobrar tres- por el contrato en el que la Conmebol cedió derechos de TV e imagen de cuatro Copas Américas.
En una escena casi de película, los agentes colocaron una sábana blanca entre la puerta del lujoso hotel suizo Baur au Lacy y el patrullero para evitar la imagen del patético instante en que los hombres poderosos de la FIFA iban entrando cabizbajos y en fila al vehículo. En la madrugada de ayer, las autoridades se presentaron vestidos de civil hotel de Zurich para detener sin previo aviso a varios dirigentes que estaban reunidos en esa ciudad, donde mañana se debe elegir al presidente del organismo que rige el fútbol mundial y donde Joseph Blatter, que inicialmente no está entre los acusados, busca un quinto mandato con el jordano Ali bin al Hussein como rival.
Según confirmó el Departamento de Justicia, los arrestados en Suiza fueron el uruguayo Eugenio Figueredo, el ex vicepresidente de la Conmebol; Jeffrey Webb, de las Islas Caimán, uno de los vicepresidentes de FIFA; el brasileño José María Marín, el costarricence Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el venezolano Rafael Esquivel, el dirigente de Trinidad y Tobago Jack Warner y el británico Costas Takkas. Además, está acusados el funcionario de Desarrollo del organismo, Julio Rocha y el ex presidente de la Conmebol Nicolás Leóz. También el empresario brasileño José Margulies y el estadounidense Aaron Davidson. Hay tres argentinos denunciados: Alejandor Burzaco, CEO de Torneos y Competencias, y Hugo y Mariano Jinkins, directivos principales de la empresa de marketing deportivo Full Play Group.
Los pagos de estas coimas fueron hechos desde una cuenta en el Delta National Bank & Trust Co en Miami al Citibank y al JP Morgan Chase en Nueva York y a bancos en Zurich. Es por eso que el Departamento de Justicia tomó cartas en el asunto. Tiene autoridad para presentar casos contra extranjeros siempre que haya una conexión mínima con Estados Unidos, como por ejemplo utilizar un banco estadounidense o un servidor local de internet.
La Fiscal General de Estados Unidos, Loretta Lynch, dijo que el Departamento de Justicia estadounidense está “decidido a acabar con la corrupción en el mundo del fútbol”, en una conferencia de prensa en la que cargó duramente contra los dirigentes de la FIFA. Junto al director del FBI, James Comey, y otros altos funcionarios judiciales y de la agencia de recaudación de impuestos, Lynch señaló que “los detenidos utilizaron sus posiciones de confianza para pedir coimas a cambio de los derechos comerciales y lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo”.
Lynch, quien acaba de asumir en su puesto hace un mes y y que con esta denuncia se ha convertido en una funcionaria de alto perfil mundial, dijo que entre otros casos salpicados por el escándalo está el proceso de elección de Sudáfrica como sede del Mundial de 2010. También alega que las coimas se extendieron a la elección del actual presidente de la FIFA, Jospeh Blatter en 2011 y a los acuerdos relativos al patrocinio de la selección brasileña por una compañía de deportes estadounidense.
La investigación comenzó hace varios años. Según la prensa local, cuatro dirigentes de la FIFA, incluido el miembro estadounidense del comité ejecutivo de la FIFA, Charles “Chuck” Blazer, comenzaron a cooperar con el FBI y dieron información sobre presuntas maniobras de fraude. Se declararon culpables y ayudaron para ver su pena reducida. Blazer fue entre 1990 y 2011 el secretario general de la Concacaf y aparentemente habría acordado grabar sus conversaciones con otros ejecutivos de la FIFA porque estaba amenazado por un tema impositivo.
Fuente: Clarin.com