Gracias a Dellavedova y "King" James, los Cavs lideran la final 2 a 1
Con casi 7 jugadores, Los Cavs lo lograron otra vez. Están al frente de la final de NBA 2 a 1. El australiano Matthew Dellavedova se convirtió en pieza clave del triunfo de Cleveland sobre Golden State, por 96-91. Fue el complemento justo de LeBron James (40 puntos), otra vez congeló a Stephen Curry y no se achicó con la responsabilidad de ocupar el puesto de Kyrie Irving.
Claro que sin LeBron James Cleveland no hubiera llegado a la final. Y menos verse 2-1 sobre Golden State, el mejor récord de la temporada, que desfiló por la liga hasta que se topó contra El Rey y su escudero, el australiano Matthew Dellavedova.
El base, que ya desde el juego 2 reemplazó a Kyrie Irving, ayudó y mucho al segundo triunfo seguido de Cleveland. Nuevamente, con su defensa cara a cara, congeló al MVP Stephen Curry, que apenas sumó 3 puntos (1-6 de cancha) en 21 de los 24 minutos del primer tiempo.
Dellavedova encajó en el rol asignado: si bien es un base, resignó el control del balón, lo dejó en manos de James y se corrió como escolta. Su buen tiro largo lo ayudó en la ofensiva y tampoco le tembló la muñeca derecha en los momentos calientes, cuando le tocó ir a la línea de libres. Una jugada de 2+1, tras falta de Curry, empezó a despejar el camino para su equipo, luego de un pasaje crítico.
El australiano, de 24 años y un salario miserable de 816.482 dólares, en su segunda temporada, consiguió su marca más alta en puntos (20), pero también agarró 5 rebotes, entregó 4 asistencias y recuperó 3 balones. Luchó cada posesión como la última y le tapó la boca a Charles Barkley, quien despreció la gran defensa de Dellavedova ante Curry, en el partido 2.
El triunfo de Cleveland llegó de la mano del plan de juego del entrenador David Blatt y sus asistentes. Y por el convencimiento de LeBron James de que era el camino correcto. La posibilidad de jugar a un ritmo lento, todo lo contrario a lo que propone Golden State, y defender al límite a Curry pero sin soltarlo, renunciando a las ayudas sobre otros jugadores, podía estar en el pensamiento de muchos pero había que ejecutarlo.
Cleveland tuvo convicción y sintió que su libreto podía tener éxito. Lo vio en el primer juego, aunque perdió en suplementario. Ahora, sin apartarse del diseño, el resultado es 2-1. En el mejor momento de ejecución entre defensa y ataque, Cleveland llevó la ventaja a 20 puntos (68-48). Era un paseo. Luego tuvo el temple y el orden para bancar la reacción de Golden State, amenazante, que se puso a apenas un punto (81-80), todavía con 2m45s en el reloj.
Steve Kerr es el que se llevó otra vez tarea para el hogar. Tiene que pensar en ajustes, ya que la estrategia de “no importa lo que haga LeBron, importa parar al resto” se desmoronó; o motivar a sus jugadores para que vuelvan a mostrar lo bueno que hicieron en la temporada regular. Claro, ahora bajo presión.
En tanto, en ciudades como Cleveland y por qué no en Maryborough, en el pequeño pueblo de Queensland, la cuna de Dellavedova, crece la ilusión de un título, cada vez más cerca, a dos triunfos, con los miles de fanáticos de una franquicia que desde hace 51 años espera por el milagro deportivo.
Fuente: De la Bahía Noticias y Olé.
