Golden State Warriors no falló: con un Curry implacable, venció a Boston Celtics y ganó la NBA por cuarta vez desde 2015
Su cuarto anillo desde 2015 para los Golden State Warriors no permite equivalencias ni críticas para un equipo que, con un implacable Stephen Curry, liquidó las Finales de la NBA este jueves con un inapelable 103-90 como visitante en el sexto partido de la serie. Un campeón con todas las letras, para que definitivamente marque una época en la Liga más importante del mundo.
En este sexto juego, en Boston, Golden State supo recuperarse de un arranque arrasador de los Celtics (12-2), empujados por su público y por la efectividad de Smart y Brown. Un parcial de 11-0 de los Warriors en el cierre del primer cuarto les permitió irse arriba por 27-22.
En el segundo cuarto, los dirigidos por Steve Kerr mantuvieron su potencia ofensiva con un 10-0 (21 puntos consecutivos) que obligó a frenar las acciones rápidamente para el local, que en un duelo de vaivenes de confianza y dominio, consiguió recortar distancias.
Pero las pérdidas fueron el peor rival de los Celtics: acumularon 13 en la primera mitad y en la mayoría de los casos terminaron en puntos de los Warriors, que se fueron al descanso de medio tiempo arriba en el marcador por 54-39.
Para los visitantes, en los primeros 24 minutos, hubo 12 puntos de Stephen Curry, 12 de Thompson, 11 de Poole y 10 de Wiggins; mientras que los Celtics tuvieron 14 tantos de Brown y 11 de Tatum.
El segundo tiempo se inició con un Curry encendido, que llevó a los Warriors a tener una ventaja máxima de 22 puntos, pero los Celtics volvieron a reaccionar para recortar a una decena la distancia, al empezar el último cuarto, quedando muy cerca de conseguir su cuarto anillo desde 2015.
En el último cuarto, Boston volvió a dar muestra de su carácter, pero los tiros a distancia de los Warriors funcionaron en los momentos más importantes para quedarse con el séptimo título para la franquicia de San Francisco. (Clarín).