Francisco: “La dictadura del pensamiento único mata la libertad de los pueblos”
El pontífice aseguró en su misa matinal que persiste en la actualidad “un pensamiento cerrado que no está abierto al diálogo”, como ocurría con los fariseos.
“También hoy existe la dictadura del pensamiento único” que mata “la libertad de los pueblos, la libertad de la gente, la libertad de las conciencias”, dijo el papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta en este jueves de Cuaresma que precede el Domingo de Ramos.
Inspirado en su primera lectura del día, Jorge Bergoglio definió el pensamiento de los fariseos como “un pensamiento cerrado que no está abierto al diálogo, a la posibilidad de que haya otra cosa, a la posibilidad de que Dios nos hable, nos diga cómo es su camino, como hizo con los profetas”, según replicó la Radio Vaticana.
“Es el drama del corazón cerrado, el drama de la mente cerrada”, afirmó Francisco y añadió que “cuando el corazón está cerrado, este corazón cierra la mente, y cuando mente y corazón están cerrados, no hay lugar para Dios”.
“Esta gente no había escuchado a los profetas y no escuchaba a Jesús. Es algo más que ser simplemente cabeza dura. No, es algo más: es la idolatría del propio pensamiento. «Yo pienso así, esto debe ser así y nada más». Esta gente tenía un pensamiento único y quería imponer este pensamiento al pueblo de Dios, por esto Jesús les llama la atención: «Ustedes cargan sobre las espaldas del pueblo tantos mandamientos y ustedes no los tocan ni con un dedo»”, dijo el Papa en Santa Marta.
Bergoglio señaló además que “cuando en la historia de la humanidad se produce este fenómeno del pensamiento único [ocurren] cuántas desgracias”.
“En el siglo pasado hemos visto todos nosotros las dictaduras del pensamiento único, que terminó por matar a tanta gente, pero en el momento en el que ellos se sentían patrones no se podía pensar de otra manera. Se piensa así”, dijo.
En ese sentido, mencionó que “también hoy existe la idolatría del pensamiento único”.
“Tantas veces dicen algunos gobernantes: «Pero, yo pido una ayuda, una ayuda financiera para esto», «Pero si tú quieres esta ayuda, debes pensar así y debes cumplir esta ley, y esta otra, y esta otra… »”, dio como ejemplo.
“También hoy está la dictadura del pensamiento único -subrayó el Papa- y esta dictadura es la misma de aquella gente: toma las piedras para lapidar la libertad de los pueblos, la libertad de la gente, la libertad de las conciencias, la relación de la gente con Dios. Y hoy Jesús es crucificado otra vez”.
Francisco concluyó que “frente a esta dictadura”, la exhortación del Señor es “la misma de siempre: vigilar y rezar; no ser tontos, no comprar” cosas “que no sirven y ser humildes y rezar, para que el Señor nos dé siempre la libertad del corazón abierto, para recibir su Palabra ¡que es promesa, alegría y alianza!”.