Estudiantes de la Universidad del Sur diseñan una app para ubicar dónde quedan atrapadas las tortugas en la ría
Cuando Sergio Andrade Colombani y Javier Fernández Tierno tuvieron que elegir el tema de su tesis para recibirse de Ingenieros en Sistemas de la Información, tenían una premisa: querían hacer algo que diera solución a una problemática o necesidad y no quedara archivado como una buena idea.
Es así que ante la inquietud del Grupo de Investigación y Rehabilitación de Tortugas Marinas del Sudeste de la provincia de Buenos Aires, que funciona en la Universidad del Sur, los estudiantes idearon una app que, aún sin señal, registra la ubicación geográfica, fecha y hora de cuando una tortuga queda atrapada en las redes de pesca.
“Nuestra idea fue desarrollar una aplicación que contribuya a la conservación de las tortugas marinas, al proporcionar datos precisos sobre su ubicación GPS, (latitud y longitud), hora y fecha de cuando las avistan o las atrapan sin querer los pescadores. Diseñamos algo intuitivo, que sea sencillo de usar en contexto de pesca, con los guantes incluso puestos, y afrontando dificultades propias del problema como funcionalidad en condiciones de poca cobertura de servicio telefónico”, dijo Andrade.
“A su vez, también se desarrolló un sitio web para poder acceder a la información registrada y gestionarla, a la que se agregará otro tipo de registros para favorecer la investigación científica”, detalló.
“Queríamos hacer algo útil, que para nosotros es el objetivo de nuestra carrera. No existen app similares para tortugas en Argentina”, mencionó.
“Visualizamos un futuro en el que nuestro aporte con la aplicación sea ampliamente adoptado por pescadores locales y grupos conservacionistas, contribuyendo a la conservación y sostenibilidad de las tortugas marinas”, agregó Fernández.
Desde agosto a diciembre del año pasado ambos estudiantes del Departamento de Ciencias e Ingeniería de la Computación investigaron sobre el tema, probaron diversas opciones para Android e IPhone y finalmente, el viernes 22 de marzo, hicieron la defensa de la tesis. Y no solo festejaron ellos, sus tutores y familiares: el trabajo significa un gran avance para los rescatistas de quelonas. Siete de las seis especies marinas del mundo se encuentran en peligro de extinción, entre ellas las que se acercan a nuestra zona.
Desde el Centro de Rescate explicaron: “Nosotros precisábamos que los pescadores, que gentilmente nos brindan los datos y nos traen las tortugas para recuperarlas, puedan determinar exactamente el lugar en el que las encuentran. Y los chicos lograron hacerlo, lo cual nos proporciona información sustancial para saber dónde están los animales, comprender sus patrones de comportamiento y la identificación de áreas críticas para la conservación.
“Esto es un salto de calidad increíble, en casi 20 años lo hicimos a pulmón, aleatoriamente, porque no todas lanchas cuentan con GPS, así que esta app implicará un cambio abismal”, dijo Lucrecia Díaz, integrante del citado grupo de investigación y rehabilitación.
Las tortugas verdes, cabezona, laúd, y carey son los ejemplares que se detectan en la costa Atlántica del sur de la provincia de Buenos Aires entre las localidades de Necochea y Bahía Blanca, entre ellas las Reserva Natural de Usos Múltiples Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde; Reserva Natural Provincial Integral Islote De La Gaviota Cangrejera y Reserva Geológica, Paleontológica y Arqueológica Pehuen Có-Monte Hermoso.
“La costa de la provincia de Buenos Aires, y en particular los estuarios del Río de La Plata y de Bahía Blanca, son sitios sumamente importantes en el ciclo de vida de las tortugas ya que los utilizan anualmente como áreas de alimentación. Asimismo, estos sitios representan áreas de alto riesgo de enmallamiento en redes de pesca, lastimándose y muriendo”, indicaron los autores como parte del objetivo del trabajo.
La tesis, denominada “Gestión de Información en la Recuperación de Tortugas Marinas”, se realizó con la dirección de los doctores Martín Larrea y Luciano Tamargo.
“Los excelentes resultados obtenidos en este proyecto demuestran no sólo la enorme calidad como profesionales de los alumnos sino también su compromiso con el ámbito social y medioambiente. El software desarrollado es de código abierto y estará disponible para que otros proyectos de similares características puedan acceder libremente”, indicaron los tutores.
A partir de los registros, se agregarán los datos que el Centro recabe de cada ejemplar, pudiendo hacer un mapeo. Se identificará y caracterizará, por primera vez en el área de estudio, la presencia de macro, meso y micro plásticos en el contenido gastrointestinal de las especies estudiadas.
“Esta información será de utilidad para delinear políticas de gestión de residuos urbanos y mitigación de riesgo de que estos tengan acceso al ecosistema marino. También, lo generada acerca de la presencia o no de patógenos de origen humano en materia fecal de las especies estudiadas permitirá generar hipótesis sobre la exposición de estas a la contaminación cloacal.
“Estos datos sistematizados permitirán definir las áreas de uso más intenso por parte de esta especie, identificar áreas y evaluar su superposición espacial con el grado de contaminación cloacal, tráfico marítimo, intensidad de actividad pesquera, y áreas con mayor tasa de enmallamiento incidental.
“La información permitirá elaborar hipótesis sobre posibles factores de riesgo para la salud y supervivencia de las especies en estudio, y elaborar protocolos de buenas prácticas ciudadanas para mejorar la calidad del hábitat de estas especies”, sostuvieron desde el Centro.
El Centro de Rescate de Tortugas Marinas “Quelona” funciona en el marco del Departamento de Biología Bioquímica y Farmacia y es el único habilitado oficialmente en una universidad. Lo integran docentes de dicha Unidad Académica, una guardaparque y un veterinario, además de voluntarios.
El Centro interactúa con la comunidad de pescadores artesanales de la región, quienes reportan la captura con sus redes; y con localidades costeras, que también informan el avistamiento de tortugas en las playas. Los participantes del ente reciben al animal y se traslada a la UNS, donde se realiza su cuidado y rehabilitación para su posterior reintroducción en su hábitat. Desde 2005 llevan rescatadas y devueltas a su hábitat casi cien ejemplares. En marzo devolvió al mar el último ejemplar rehabilitado Pueden contactarse al Instagram @quelonas.tortugasmarinas