Estados Unidos almacenaba todos tus tuits y vos no lo sabías
Todo lo que cualquier usuario de Twitter haya dicho en público, por trivial que resulte, está almacenado para consulta de futuras generaciones en la Biblioteca del Congreso de EE.UU. Pero eso cambiará a partir del 1 de enero de 2018, ya que el mayor archivo editorial del mundo ha decidido repensar su estrategia de conservación de tuits. Solo una selección de utilidad concreta para los estadounidenses será salvaguardada para los restos.
Esta decisión modifica un acuerdo de la institución con la plataforma que se prolongaba desde abril de 2010, cuando ambas partes convinieron almacenar todo lo que se había publicado en abierto desde el inicio de Twitter, en 2006, y conservar igualmente lo que se tuiteara en el futuro. Todo ello con el objetivo de preservar “un registro de conocimiento y creatividad para el Congreso y los ciudadanos estadounidenses”, según el director de Comunicación de ese archivo.
Entre los motivos aducidos por la Biblioteca del Congreso para cambiar su política de almacenamiento está la mutación de Twitter como plataforma: en primer lugar, el número de publicaciones se fue incrementando con el tiempo, a medida que se sumaban más usuarios y la actividad crecía: los 50 millones de tuits diarios que entonces producían 40 millones de usuarios se han convertido en más de 500 millones, con una base actual de 330 millones de usuarios. Asimismo, la institución indica que los tuits le resultan cada vez menos útiles, ya que solo preserva texto.
Como las publicaciones en Twitter se fueron expandiendo hacia aspectos visuales como los vídeos, las fotos o los gifs animados, la conservación de tuits en los que el texto no resulta autoexplicativo sin ese contenido multimedia no tiene mucho sentido. Por último, el hecho de que Twitter duplicara a lo largo de 2017 el límite de caracteres de sus publicaciones también ha supuesto un cambio de perspectiva para la Biblioteca del Congreso. En 2010 el estándar era de 140, mientras que hoy son 280, lo que puede implicar problemas de lógica interna en el almacenamiento.
La decisión tomada en su día se correspondía con documentar la irrupción de una conversación pública global. “El archivo de Twitter puede ser uno de los legados más importantes para futuras generaciones”, indica la institución en su comunicado.
“Archivar y preservar Twitter permitirá el acceso de futuros investigadores a una imagen más completa de las normas culturales, el diálogo, las tendencias y los eventos actuales para becas, el proceso legislativo, nuevas obras de autoría o educación, entre otros propósitos”, señalaron desde la web de la Biblioteca del Congreso de EE.UU.
Por el momento no hay fecha para que esos millones de tuits puedan ser consultados por el público, a la espera de “resolver problemas de acceso de forma sostenible y eficiente en costes”.
Fuente: La Vanguardia