En Brasil instan a Maduro a no asumir un nuevo mandato en Venezuela
El canciller brasileño, Ernesto Araújo, afirmó que la declaración del Grupo de Lima que insta al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a no asumir un nuevo mandato representa para el mandatario una “oportunidad” de abandonar el poder con “un mínimo de dignidad”.
En una entrevista difundida por el canal Globo, Araújo expresó su deseo de que Maduro “tome conciencia de esa oportunidad” y entregue el poder a la Asamblea Nacional (parlamento) el próximo 10 de enero, en vez de asumir un nuevo mandato.
El ministro de Exteriores del gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro, apuntó que, si Maduro atiende el pedido del Grupo de Lima, integrado por 14 países americanos, podría “interrumpir el sufrimiento del pueblo venezolano, que está siendo oprimido por una dictadura” que está “destruyendo” al país, reprodujo Efe.
El Grupo de Lima, formado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, aprobó este viernes, con la única excepción de la delegación mexicana, una declaración en la que anunció que esos países no reconocerán un nuevo gobierno de Maduro.
Además, instaron a Maduro a no asumir el próximo 10 de enero un nuevo mandato, pues consideraron que las elecciones del pasado 20 de mayo carecen de “legitimidad”, pues no se garantizó la participación de todos los actores políticos ni la presencia de observadores internacionales independientes.
El canciller Araújo, que asumió su cargo este 1 de enero, debutó en la escena internacional en la reunión del Grupo de Lima y en un mensaje difundido en sus redes sociales reveló que la propuesta de instar a Maduro a no asumir un nuevo mandato fue presentada por Brasil.
“La Declaración de Lima adopta propuesta brasileña instando a Maduro a no asumir su mandato ilegítimo el 10 de enero y entregar el poder a la Asamblea Nacional, hasta que se realizan elecciones democráticas”, escribió el canciller, quien apuntó que se trata de una “oportunidad histórica para redemocratizar a Venezuela”.