El único debate electoral de la campaña española no aportó grandes novedades
PERO SIRVIÓ PARA QUE LOS FAVORITOS REFORZARAN SU POSICIÓN: EL CONSERVADOR MARIANO RAJOY RESISTIÓ PESE A LOS ATAQUES POR LA CORRUPCIÓN Y LOS RECORTES, Y PABLO IGLESIAS MOSTRÓ LA MANO TENDIDA AL SOCIALISTA SÁNCHEZ PARA LOGRAR UN GOBIERNO ALTERNATIVO.
El líder del Partido Socialista (PSOE), al que las encuestas para el 26 de junio sitúan en tercer lugar detrás de Rajoy e Iglesias, se aferró a la movilización de su electorado y, como era de prever, no aclaró aún si pactará con la coalición de izquierda Unidos Podemos tras descartar una vez más a Rajoy.
A pesar de los intentos de Iglesias por acercarse, Sánchez insistió todo el tiempo en distanciarse manteniendo viva la lucha por el liderazgo de la izquierda, en una estrategia que terminó dando aire a Rajoy.
Por su parte, el liberal Albert Rivera, cuarto protagonista de la contienda, asumió el papel de azote tanto de Rajoy como de Iglesias, consciente de que sus chances pasan por aguantar ante el ascenso de los extremos.
El duelo a cuatro, el primero en la historia democrática de España, arrancó con la promesa de todos los candidatos de que no habrá unos terceros comicios, algo que al día de hoy no está claro que puedan cumplir.
“No va a haber nuevas elecciones”, aseguró Iglesias, aunque luego advirtió que “sólo hay dos opciones”, un gobierno del Partido Popular (PP) de Rajoy o de su coalición Unidos Podemos con el apoyo de los socialistas.
Rivera, más realista, afirmó que “si de Ciudadanos depende, habrá gobierno y habrá cambio”, aunque probablemente no será su partido, sino el PSOE, el que tenga que definir esta cuestión.
“Hemos sido los que más hemos hecho para que no hubiera elecciones. Quienes creen que depende del PSOE, tienen razón. Si los socialistas votan, habrá un gobierno del cambio”, afirmó luego Sánchez apelando a la participación y recordando su intento fallido de formar gobierno tras los comicios del 20 de diciembre.
Rajoy, a su turno, insistió en la posición que mantuvo cuando el PP se impuso en las urnas seis meses atrás sin una mayoría suficiente para gobernar. “Si los que estamos aquí nos comprometemos a dejar gobernar al que obtiene más votos de los españoles, no habrá elecciones”, remarcó.
Las posiciones que llevaron al fracaso de las negociaciones de los últimos meses emergieron así desde el comienzo del que estaba llamado a ser el principal acto de una campaña en la que los candidatos y los programas son prácticamente los mismos, aunque se espera de ellos algo distinto, ya que, de lo contrario, el bloqueo político en el que se encuentra sumida España se extenderá, lo que puede tener consecuencias impredecibles.
Después no hubo grandes sorpresas, aunque la tensión se disparó en momentos puntuales, sobretodo cuando se debatió sobre corrupción, por lo que la sensación es de que no hubo un claro ganador, aunque los dos principales adversarios, Rajoy e Iglesias, a los que las encuestas sitúan en primer y segundo lugar, jugaron bien su papel y salieron reforzados.
Sánchez, en cambio, tenía que arrebatarle el liderazgo opositor a Iglesias en el duelo con Rajoy pero terminó más ocupado en diferenciarse del candidato de Unidos Podemos, con el que tendrá que sentarse a negociar en una posición muy delicada de confirmarse el “sorpasso” (adelantamiento) a su partido, como pronostican las encuestas.
Rivera fue el más duro de todos y se encargó de rivalizar a la vez con Rajoy e Iglesias al punto de ensuciarse las manos acusando al líder de Podemos de financiarse con ayuda del gobierno venezolano citando información periodística que ya fue desestimada por la Justicia.
“Usted no pide dinero a los bancos porque se lo da el dinero (Nicolás) Maduro”, lanzó Rivera a Iglesias.
“No puedo aceptar que en un debate de candidatos a la presidencia del gobierno se acuse a mi formación de un delito tan grave como financiación ilegal cuando, hasta en cinco ocasiones, el Tribunal Supremo ha archivado las denuncias”, respondió indignado Iglesias en el momento más tenso del choque entre ambos.
Pero el primer tramo del debate, que versó sobre Economía y Empleo, estuvo protagonizado por un enfrentamiento que se podría haber titulado “todos contra Rajoy” y del que el candidato del PP salió bastante bien parado poniendo el acento en la recuperación económica.
“Mientras hablamos aquí hay 10 millones de españoles en riesgo de pobreza”, señaló Iglesias, mencionando datos que “revelan el fracaso” de la política económica del gobierno de Rajoy.
“Gobernar no es fácil. El Gobierno ha tomado decisiones duras. Cuando llegué se destruían 1.400 empleos al día y ahora se crean 1.500 empleos al día”, se defendió el candidato conservador.
“Los datos revelan que ustedes han suspendido el examen”, le replicó Iglesia, destacando que la dificultad no puede ser una excusa.
“No estoy a favor de derogarlo todo, como dice Podemos”, pero “no comparto el triunfalismo de Mariano Rajoy. El 93% de los contratos son basura. Es algo preocupante”, añadió Rivera.
Y Sánchez le dijo al líder del PP que “no hay lugar a la autocomplacencia”. “Ha puesto en marcha un modelo que Díaz Ferrán -expresidente de la patronal- haría bueno: hay que trabajar más y cobrar menos”, apuntó.
“Gobernar es muy difícil y predicar es muy fácil. Conviene un poquito más de estudio de los temas. Al Gobierno se viene aprendido”, lanzó Rajoy a sus rivales en una actitud condescendiente.
Al entrar en el tema corrupción, Iglesias dijo que a cada español “les cuesta 2.000 euros al año”, y citó los escándalos más sonados que salpican al PP y al PSOE, mientras Sánchez volvió a decirle a Rajoy -como ya lo hizo en la anterior campaña- que “tenía que haber dimitido cuando se conoció que Bárcenas (su ex tesorero) tenía 40 millones en Suiza”.
“Pero está aquí por el señor Iglesias”, añadió, subrayando que si sigue en el poder es porque el líder de Podemos no apoyó su investidura. “Sin autoridad moral no puede haber gobierno”, indicó luego Rivera dirigiéndose a Rajoy.
En tanto, los guiños de Iglesias a Sánchez fracasaron. “Le tengo la mano tendida, lo que me gustaría es que antes suelte la de Rajoy”, le dijo el líder socialista al de Podemos ante sus ofertas.
“Creo, señor Sánchez, que se equivoca de adversario”, le insistió en varias ocasiones Iglesias.
Fuente: Télam.