El PJ y La Cámpora, en clima de armonía para apoyar a Scioli
Hubo coincidencias en garantizar la unidad partidaria y evitar la confrontación.
Hubo dos reuniones. La primera, con la mesa chica. La segunda, un piso más abajo, ampliada. La conclusión fue unánime: el peronismo y la Casa Rosada entraron en la etapa “Scioli friendly”.
Con un espíritu de armonía, el PJ de la provincia de Buenos Aires se reunió antenoche en la sede de Matheu 130, en busca de llevarse definiciones del armado electoral que planea la Casa Rosada. Pero sin una decisión tomada aún por parte de Cristina Kirchner, los enviados presidenciales se limitaron a llevar tranquilidad y un clima de no confrontación al interior del peronismo.
“Unidad” terminó siendo la palabra más escuchada en la hora y media que duró el encuentro, convocado por el presidente del partido a nivel provincial, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Con mayoría sciolista, la reunión terminó por sellar un espíritu de sana convivencia entre La Cámpora y el peronismo.
EL CONCILIADOR KUNKEL
Carlos Kunkel sorprendió con una postura por demás conciliadora. El diputado nacional abrió el juego para la hora de disfrute que vive Daniel Scioli.
“En años impares, años electorales, no podemos pelearnos entre nosotros”, disparó, en un tiro directo al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, el otro de los candidatos presidenciales del Frente para la Victoria que no deja pasar un día sin dedicar sus ácidos dardos al gobernador.
En soledad, quien tomó el golpe fue la diputada María Eugenia Zamarreño, del ala randazzista, quien sin demasiado apoyo reclamó no entregarle el proyecto a Scioli. “El peronismo ya les alquiló el escudo a los neoliberales”, fue la manera que encontró, en un clima prosciolista, para vincular al mandatario provincial con los años 90.
Hasta ahí llegaron los cruces. Todo lo demás fue armonía, según el mensaje que llevó el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro, quien volvió a pedir apoyo para el Gobierno y elogió al mandatario provincial.
“Cristina está muy bien, y Daniel, también”, fue la frase de “Wado” que valoraron los popes del peronismo provincial, volcados detrás de la candidatura presidencial de Scioli para retener el poder territorial en sus distritos.
En la mesa principal se sentó buena parte del gabinete del gobernador, que marcó presencia de entrada con el jefe de gabinete provincial, Alberto Pérez; la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, y el vicegobernador y ahora ultrasciolista Gabriel Mariotto. Junto a De Pedro, apoderado del partido, estaba el diputado provincial José Ottavis, los dos camporistas más amigables hacia el gobernador.
En ese clima de “paz electoral” con el peronismo, los intendentes aprovecharon para reiterar su rechazo a las listas colectoras con las que habitualmente la Casa Rosada los condiciona en cada municipio. Los enviados de Cristina no llevaron definiciones. Sólo tomaron nota.
BOLETAS PARA COLGAR
Infaltable en estos cónclaves, el diputado nacional Jorge Landau fue el encargado de explicar el cronograma electoral y anticipó que este año se sumarán dos cuerpos más en la boleta, en la categoría de parlamentarios del Mercosur tanto en la nómina de distrito único como en la que corresponderá a cada provincia.
En total serán siete cuerpos. De paso, también dejó abierta la posibilidad de colgar las boletas de los candidatos a gobernador e intendentes de todos los presidenciables en caso de que la interna del Frente para la Victoria termine llevando más de un postulante.
“Wado” De Pedro reclamó, además, presencia completa de todos los consejeros partidarios para el congreso nacional que hará el peronismo el próximo 8 de mayo, en Parque Norte, donde se definirá el sistema de alianzas electorales.
Como símbolo de la armonía, acordaron que se designarán cuatro consejeros por sección electoral para detectar en el territorio los conflictos que puedan surgir y llevarlos directamente a oídos de Cristina..