jueves, noviembre 21, 2024
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El Papa contra los buitres

El funcionario del Vaticano afirmó que “no es descabellado” que el Papa se pronuncie sobre el conflicto con los holdouts durante la reunión que mantendrá con la Presidenta el sábado próximo. Destacó la buena relación entre ambos.

El oficial de Protocolo del Vaticano Guillermo Karcher sostuvo que la relación entre el papa Jorge Bergoglio y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “es una relación óptima, y eso tiene que ver con las relaciones con los Estados y con ese afecto que une a cada papa con el propio pueblo y con el propio gobierno”. Sobre el conflicto con los fondos buitre, Karcher afirmó que “no es descabellado” que el Papa se pronuncie. “El es sensible a todo lo que significa economía. Ha adquirido mucha experiencia donde está y sabe lo que produce cada medida. Seguramente van a tener una conversación muy rica en todo sentido, llena de consejos e intercambios de pareceres”, indicó el oficial de Protocolo del Vaticano.

Karcher es el mismo que salió a desmentir una carta del Papa saludando por los festejos patrios –sugirió que la habían fabricado desde el Gobierno “con mucha mala leche”– y luego tuvo que desdecirse dado que la carta era auténtica, en lo que constituyó uno de los papelones diplomáticos más grandes del Vaticano. La Presidenta se reunirá el sábado por cuarta vez con el Papa, en la residencia de Santa Marta. Será en la previa a la visita de CFK a la ONU.

A pocos días del encuentro de la Presidenta con el Papa en Roma, Karcher consideró que la relación entre ambos es “óptima” y consideró que es “algo lógico”, dado que “se trata de dos personas de una misma nacionalidad, que hasta pueden compartir unos mates”. “Son dos jefes de Estado. A mí no me sorprende en absoluto (la relación entre el Papa y CFK), porque Juan Pablo II recibía muy frecuentemente al primer ministro y al presidente polaco, y lo mismo ocurrió con Benedicto XVI y el presidente y el primer ministro de Alemania”, recordó Karcher. “Tiene que ver con la relación entre Estados y con el afecto que une a cada papa con su pueblo. Tiene que ser así. Son dos personas que están dirigiendo la suerte de pueblos”, indicó. “Cuanto más sintonía y armonía, es para bien de todos”, aseguró el oficial de Protocolo del Vaticano, que ocupa ese cargo hace 22 y 25 años como sacerdote.

Sobre el casamiento de una madre soltera que hizo Bergoglio, Karcher consideró que soplan “vientos de cambio” en el Vaticano a partir de la llegada de Bergoglio y destacó que el Papa “quiere generar una nueva mentalidad, en la que no haya excluidos ni discriminación”, aunque “siempre bajo la normativa de la Iglesia. Aquí no hizo ninguna cosa desprolija. Quizás hay muchos prejuicios, pero son cosas que no son reales en el derecho canónico y civil. Es un estilo, una manera de ser, de gobernar. Va dando el ejemplo. No lo hace desde un púlpito, sino desde la propia vivencia”.

La Presidenta tuvo otros tres encuentros con el Papa. El primero fue el 18 de marzo de 2013. Fue un día antes de que se convirtiera oficialmente en Papa. En esa charla –no era la primera, dado que CFK tuvo tres audiencias con Bergoglio cuando era cardenal y presidente de la Conferencia episcopal–, la Presidenta le pidió que intercediera en el conflicto con Gran Bretaña por las islas Malvinas. “Solicité su intermediación para lograr una solución en la cuestión Malvinas”, afirmó la mandataria luego de la reunión donde intercambiaron regalos.

La segunda vez que se vieron fue durante el Encuentro de la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil. La Presidenta y el Papa compartieron una breve reunión aquella vez. Fue el 18 de julio de 2013. Bergoglio le regaló un par de zapatos a CFK para que se los hiciera llegar a su nieto, Néstor Iván. “Yo le regalé un portafolio de cuero para que guarde las encíclicas”, contó la Presidenta.

El 17 de marzo de este año fue el tercer encuentro: la Presidenta y el Papa compartieron un almuerzo en la residencia de Santa Marta. La mandataria llegó con una bota ortopédica por un esguince de tobillo que sufrió. Allí hubo un nuevo intercambio de regalos. Ella le dejó una foto de un Bergoglio más joven junto al padre Pepe, un termo del Bicentenario y un libro con la imagen de Néstor Kirchner en la tapa.

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